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Remontada épica de Olaetxea

El de Lizartza, que perdía 9-18, logra la txapela en el Manomanista de Promoción

Remontada épica de OlaetxeaJusto Rodríguez

Duración: 50 minutos y 5 segundos.

Saques: 5 de Olaetxea y 4 de Merino.

Pelotazos: 187 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 13 de Olaetxea y 7 de Merino.

Errores: 7 de Olaetxea y 4 de Merino, uno de ellos por falta de saque.

Marcador: 0-6, 2-6, 2-8, 5-8, 5-12, 8-12, 8-15, 9-15, 9-18, 18-18 y 22-18.

Incidencias: Prácticamente lleno en el Adarraga de Logroño para presenciar la final del Campeonato Manomanista de Promoción. El público estuvo muy activo durante todo el encuentro.

bilbao. Mikel Olaetxea se ha convertido en la bestia negra de Miguel Merino. Si el pasado 9 de abril, en la final del Campeonato de Parejas de Promoción el de Lizartza, acompañado por Albisu, logró batir al riojano y a Gorka, ayer logró de una manera épica hacerse con el Manomanista de Segunda. Con todo a su favor, el zaguero de Villar de Torre desaprovechó una ventaja de 18-9 en el luminoso para acabar cayendo por 22-18 tras una increíble remontada de Olaetxea. No estuvo fino Merino en la segunda mitad del encuentro, donde el cansancio le pasó factura y no pudo evitar el arreón final de su adversario.

El choque estuvo marcado desde el inicio por el material que ambos pelotaris pusieron en liza. La excesiva ligereza de los cueros apartados por Merino le sirvieron para comenzar mandando en el luminoso, pero en el tramo final, cuando el delantero guipuzcoano sacó su material, el de Aspe desapareció.

El partido tuvo dos partes muy diferentes, pero el saque de ambos fue la clave para decantar los tantos hacia uno u otro lado. La chapa dio el primer servicio al riojano, que supo aprovecharlo de maravilla para abrir hueco el marcador gracias a un parcial de 6-0. La potencia de su saque, que evitó la línea de falta por milímetros para salir lanzado hacia el rebote se convirtió en un quebradero de cabeza para Olaetxea, incapaz de responder con seguridad a los misiles lanzador por su rival.

Así las cosas, solo un error de Merino podría dar vida al guipuzcoano. El de Villar de Torre cambió su forma de jugar, dejó de buscar las cosquillas del delantero en los cuadros traseros y se enredó cerca del frontis. Eso fue suficiente para que Olaetxea tomase aire y cogiese el saque. No le duró mucho sin embargo y el riojano, cuando recuperó el servicio volvió a golpear atrás.

El saque, un arma letal Miguel Merino fue poco a poco incrementando su ventaja. Aunque no con tanta superioridad como al inicio, pues el cansancio hizo acto de presencia, el zaguero logró abrir una brecha prácticamente insalvable en el luminoso para adelantarse por un claro 9-18. Ese fue el séptimo y último error de Olaetxea, un intento de dejada que se fue por debajo de la chapa, que puso la directa y pudo remontar.

Recuperó el saque el delantero de Lizartza, cambió de pelotas, y hundió a su rival, que a duras penas pudo restar el servicio del guipuzcoano. El arreón final de Mikel Olaetxea fue épico. Además de realizar tres tantos de saque, utilizó el saque-remate de manera excepcional en seis ocasiones. Además no cometió ningún error.

De nada sirvieron los intentos de Joaquín Plaza, botillero de Miguel Merino en la final de ayer. El soriano, acompañante habitual de Titín III, no pudo tranquilizar al riojano y presenció la remontada del delantero de Lizartza sin posibilidades de ayudar al que ayer se convirtió en su pupilo.

Los trece tantos conseguidos de manera consecutiva por Olaetxea le sirvieron para sumar el único Campeonato de Promoción que le quedaba en su palmarés al guipuzcoano, que este mismo año ya consiguió la txapela del Parejas y en 2008 se proclamó vencedor del Cuatro y Medio.