Djokovic alcanza la madurez
El serbio, que aún no ha perdido en 2011, acecha el duopolio de Nadal y Federer
bilbao. Era un chico extrovertido. Uno de esos artistas de la raqueta que no se cortaba a la hora de dar espectáculo sobre la pista. Lo mismo lo hacía durante los partidos que al término de los mismos. Lo mismo era capaz de bordar un set, que desaparecer en el siguiente. Lo mismo imitaba los gestos de Nadal que los gritos de Sharapova. Tenía talento, pero no acababa de alcanzar el nivel que se le suponía.
Hasta que el pasado diciembre dirigió el triunfo de Serbia en la final de la Copa Davis que disputó ante Francia en la capital balcánica. Ahí tocó la gloria y desde entonces la sonrisa no se ha borrado de su rostro. Novak Djokovic (Belgrado, 22-V-1987) vivió en el Belgrado Arena su particular metamorfosis. Allí se dio cuenta de que la seriedad le podría abrir las puertas del cielo.
Y Nole se aplicó. Olvidó su faceta más frívola y se concentró en dar lo mejor de sí mismo sobre la pista. Su irrupción en los dos primeros meses del año ha sido espectacular. El serbio no conoce la derrota en los doce partidos que ha disputado en 2011, lo que le ha permitido hacerse con los títulos en Australia y Dubai. Doce partidos en los que el número 3 de la ATP sólo ha cedido un set ante el croata Ivan Dodig, el toledano Feliciano López y el checo Thomas Berdych.
Un Grand Slam y un Masters 500 que le han permitido ingresar en sus cuentas 2.500.000 dólares (unos 1.800.000 euros) y que le han catapultado hacia la cima de la ATP, terreno copado en los últimos años por Rafa Nadal y Roger Federer.
Que Djokovic tenga al suizo a menos de cien puntos en la clasificación ATP (7.880 puntos por 7.965) es un síntoma de que el serbio apunta alto este curso. Pero más importante es que se ha impuesto tanto en Melbourne como en Dubai a Federer. En el primer grande del año superó al helvético en semifinales (7-6 (3), 7-5 y 6-4), mientras que en el emirato árabe defendió el título que logró el año anterior con un doble 6-3.
Los 23 años del serbio son otro aval para su consolidación en lo más alto. Federer (8-VIII-1981) camina hacia la treintena, una edad límite en el tenis del siglo XXI. El propio Nadal afirmó la pasada semana que "creo que hace tiempo se ha acabado nuestro duopolio". Y Djokovic se tomó el elogio al pie de la letra. Quiere ser el siguiente Nº 1.