ES la Universidad de Markina-Xemein un frontón. Es la escuela de la localidad, donde se mezclan niños y mayores, donde se cruzan hombres con el brazo derecho más desarrollado que el izquierdo. Son veteranos de guerra, de las batallas en los frontones, de las luchas por las txapelas. Alejados de la cesta, Chino Bengoa y Katxin Uriarte, junto con el profesional Lander Balenciaga, departen para DEIA sobre un nuevo pelotari que pasará a engrosar las nóminas de los antiguos caballeros de la cesta: Félix Espilla.

Bengoa, campeón del Mundo en 1970, Katxin, tres décadas en lo alto de la cesta -se retiró con 44 años-, y Lander desbrozan, desde la lejanía de las tres generaciones que representan, a un Félix eterno, que viajó desde la lejanía de Berriatua hasta el frontón de West Palm Beach en Newport, que "siempre está de buen rollo" y que nunca se rinde. Solamente le queda un día al vizcaino para dejar la cesta colgada en casa la próxima vez que pise un frontón y será el enclave markinarra, la Uni, la que acoja la siesta de uno de los grandes, el perecer de un puntista y el nacimiento de un mito.

Ustedes que provienen de tres décadas diferentes en la cesta, ¿cómo han visto la carrera de Félix?.

KATXIN URIARTE: De Félix está todo dicho. Sobre sus cualidades y sobre su derecha. Pero Félix tiene otras muchas cosas. Yo creo que no se ha hablado de algo que conocemos nosotros, los puntistas. Félix apoya muchísimo al compañero, nunca echó ninguna bronca a nadie. Yo conocí a uno de los mejores puntistas de la historia, como fue Chucho Larrañaga, y le comparo con él, por cómo arropaba al compañero. Has hecho algo mal, pues no te preocupes, no pasa nada.

LANDER BALENCIAGA: Siempre te ayuda. Si juega con uno bueno o con uno de menor nivel, siempre echa una mano para tratar de ganar. Le da igual.

CHINO BENGOA: Si cometes algún error nunca va a decirte nada malo. Siempre va a corregir.

L.B.: Te dice: vamos a pelotear o esto o lo otro.

K.U.: Así es. Y de eso nunca ha escrito nadie. Se ha hablado de sus cualidades como puntista, de su derecha, de su poderío físico, pero su trabajo en la vestuario es extraordinario.

32 años seguidos en la brecha.

C.B.: Yo he jugado mucho con Chucho y contra Chucho, que se retiró a los 44 años, y Félix está mucho mejor físicamente a los 48. Físicamente como a él no he visto jugar a nadie.

K.U.: Goitia, quizá.

C.B.: Pero mira que derechazos pega. Si yo con 48 años le hubiera pegado así... se me desmonta el brazo (risas).

K.U.: Y, además, tiene muchas piernas. Todavía hace buenos movimientos.

L.B.: También ha tenido suerte con las lesiones. Es un hombre fuerte de por sí y nunca ha tenido problemas en las rodillas, que es lo que más se sufre a la hora de desplazarse en el frontón.

K.U.: Influye que ahora no se juega todo el año como se hacía antes. Eso evita el riesgo de lesión. Aunque, bien es cierto que Félix ha andado mejor en semanas en las que ha jugado tres veces que en otras en las que lo ha hecho una sola. Pero, si estás jugando todo el año, se te cargan los músculos, no te recuperas del todo...

L.B.: Así han sido los últimos años, que juegas seis meses aquí a tope, pero el resto del año casi no tienes partidos.

K.U.: De todas maneras, Félix es un caballo. Acabar como ha acabado, tan bien de juego y tan bien de físico, es un prodigio. Al alcance de fueras de serie.

C.B.: Félix ha acabado con mejor juego que Goitia, pero Goitia terminó también muy bien de piernas.

L.B.: Los partidos los aguantaba tanto como cualquiera.

¿Cómo recuerdan al Félix que debutó en Estados Unidos hace más de 30 años?

C.B.: Félix empezó joven. Con 16 años ya se fue a West Palm Beach, aquel de la INAF. ¿Cuántas veces ganó? Muchas. Junto con Txikito de Bolibar. Y en aquella época empezó a destacar con la derecha. Con el golpe de revés no le iba tan bien, pero las metía todas. Y llegaba muy fácil atrás...

K.U.: Lo que le pasó a Félix es que no jugaba en un frontón que fuese puntero en el Jai Alai de los Estados Unidos. Cuando pegó de verdad el golpe fue cuando llegó aquí con un nombre y en menos de un año se puso de gallo y hasta que se retiró casi ha seguido en esa línea de líder en la zaga.

L.B.: Cuando llegué yo, él tendría 36 años, y era el que más ventajas daba. Jugaba con un delantero medio malo y, aun así, ganaba. Con la pelota viva, de derecha hace daño, y con la muerta, de revés le pega mucho. Era muy completo. Un grande.

C.B.: Ya, y es que nadie ha hablado de su revés, pero la colocaba atrás fácil.

L.B.: En el Jai Alai de Gernika, que es un frontón grande, de revés, la metía atrás. Y es que lo ha tenido todo. Si algo le ha faltado ha sido el rebote y le daba igual.

K.U.: Y ha mandado los últimos 20 años. Bueno, ahora están Imanol López, Eric Irastorza, Gotzon Enbil..., pero esos han salido cuando Félix entraba en la cuesta abajo, aunque se ha mantenido en lo más alto con ellos mucho tiempo.

L.B.: Y, si le dan un poco de ventaja a Félix, les puede ganar fácilmente.

K.U.: Es un fuera de serie. Y, además, en tu última temporada y tener la posibilidad de despedirte y llegar a la final del Mundial, aunque no pudiera ganarla, y hacerse con la Cesta de Oro...

L.B.: Nunca se echa para atrás. Es un peleas.

Fue una pena la final del Mundial de Parejas de octubre, en la que tuvo que retirarse lesionado.

K.U.: Salió llorando y dolido por lo que significaba ese encuentro, por ser la última txapela.

L.B.: Hubiera sido histórico que Félix hubiera ganado con 48 años aquel día.

C.B.: Al día siguiente me comentó que estaba seguro de que iban a ganar. A él se le veía con moral.

K.U.: A partir del tanto diez empezó a hacer daño en los cuadros largos. Julen Bereikua, además, fue un gran complemento.

L.B.: Ya, fueron perdiendo 14-10 y empataron.

K.U.: En esa situación te entra el frío.

L.B.: 14-10 ganado y, de repente, 14-15 perdiendo...

K.U.: Al final, con la lesión, hubo mala suerte para todos, para aficionados, pelotaris y empresas, porque la final se quedó a medias y se perdió parte de la esencia de la competición.

De todas maneras tampoco tuvo tiempo para recuperarse Félix. Apenas dos días entre la semifinal y la final.

L.B.: El día 12 tenía que ser la final del Mundial, que se celebró demasiado rápido. Casi en septiembre no habíamos jugado y se empeñaron en que acabara a mediados de octubre, por la propaganda, la televisión...

K.U.: También las combinaciones tenían que haber quedado más atractivas, más competitivas. Para que todo el mundo tenga oportunidad de ganar la txapela, porque desde el principio podíamos apostar por unos y no nos hubiéramos equivocado. La gente tiene que dudar entre azul o colorado para venir al frontón.

L.B.: Si tienen que poner seis parejas, seis; si tienen que poner ocho, ocho; pero que sea competitivo. Que todas tengan opciones.

C.B.: Este año estaba todo muy claro desde el principio.

K.U.: Sí Chino, pero en los últimos diez años se ha hecho así.

L.B.: Y también que se jugó en el frontón de Hondarribia, donde juega Jai Alive habitualmente y Master Jai apenas lo hace.

K.U.: Es un buen frontón, pero creo que las finales televisadas hay que colocarlas donde haya más ambiente y donde no se dé abrigo a más errores que aciertos. Que se vea lo que es el Jai Alai. La cesta punta pura y dura. Que se vea un txik-txak, una txula...

C.B.: Desde enero o febrero ya tenían que estar organizados los Mundiales. Así no pasa lo que pasó con Félix. Además deberían aprovechar para hacer festivales en las fiestas de los pueblos. Como se hace en mano.

K.U.: Ahora como aficionados nos gustaría ver eso. Que esté todo equilibrado, que no esté de antemano inclinado hacia unos u otros. No queremos ver partidos de 35-20.

Aunque no fueran favoritos en la final, Félix y Bereikua tuvieron sus posibilidades.

L.B.: Sobre el papel parecía que López y Egiguren iban a ganar fácil, pero una final es una final. En el frontón, los nervios también juegan.

C.B.: Al final siempre puede imponerse cualquiera, porque, hasta que se lesionó Félix, él y Bereikua lo tuvieron cerca.

K.U.: Pero como espectadores, tiene que haber alguien que mire de cara al público y evitar lesiones, parejas demasiado favoritas... Como esto está en horas bajas, tenemos que potenciarlo mediante el espectáculo. Tenemos que hacer lo que podamos desde dentro.

C.B.: La final iba muy bien hasta la lesión, pero...

K.U.: Pero tampoco es frontón para una final. El pueblo de Hondarribia se merece eso, pero estamos hablando de supervivencia del Jai Alai. Eso se hace mejorando el espectáculo. Hay que primar los tantos sobre los errores.

¿Cómo ha sido Félix fuera de las canchas cuando ha coincidido con ustedes?

L.B.: Con Félix siempre se está de buen rollo, de risas, contando historias. Siempre ha ganado partidos, nunca los ha perdido. Cuando cuenta una historia siempre cuenta que ha ganado.

K.U.: ¡Cómo buen veterano!

L.B.: Éstos siempre cuentan que han ganado (señala). Cuando se pierde se olvida.

C.B.: ¡No! Eso lo contarán los contrarios (risas).

K.U.: En la calle, Félix es igual que en el frontón.

L.B.: Nunca le he visto de mala leche. En el frontón por perder una pelota o así, sí, pero nunca le he visto enfadado.