Bilbao

El primer partido estuve nervioso y no me encontré bien en la cancha. El segundo tuve más confianza y estuve mejor situado. Asimismo entrenando estoy muy a gusto y ahora hay que esperar a ver que hago el lunes frente a Arretxe II", explica con precaución Mikel Urrutikoetxea. El delantero de Zaratamo forjado bajo el abrigo de las competiciones de aficionados no deja hueco a la euforia. Ni siquiera por haber tumbado a Iñaki Iza en primera ronda, ni siquiera por haber apabullado a Kepa Peñagarikano en la segunda. A ambos les endosó un severo correctivo. 3-22, "casualidad de resultado", espeta con aire despistado. Quizá la victoria frente al azpeitiarra tiene más valor. "Estuve más caliente que en el primer duelo y me adelanté 17-0 y con ventaja se está mucho más tranquilo", remacha. Cabe recordar la trayectoria de su rival. " Peña ha jugado mucho en Primera y mucho en el mano a mano durante años. Además, es un manista curtido. Yo salí con las ideas claras, a hacerlo lo mejor posible. Fui a Zeberio con la intención de adelantarme al principio para tener más confianza y me salieron bien las cosas", remienda. Evoca el vizcaino la temporada más grande del guipuzcoano, que ya fue campeón de Segunda en el mano a mano en 2003. Corría 2006, una tarde de mayo, Peñagarikano llegaba a Donostia con la vitola de haber eliminado del Manomanista a Galarza V, Lasa III y Xala. Cuartos de final del torneo y un miura, Juan Martínez de Irujo, subcampeón. El duelo se decantó 22-14 por el de Ibero, pero la grada disfrutó de uno de los mejores duelos vividos en el torneo. El navarro sufrió lo indecible para acabar con el zaguero. A duras penas lo tumbó para, al final, ganar la txapela. Ahora, Mikel ha finiquitado su trayectoria en el Manomanista de Segunda y afronta la liguilla frente a Iker Arretxe.

"En el mano a mano veo que me sitúo bien en la cancha. Así, el que domina tiene muchas posibilidades de ganar. Defendiéndose no se pueden hacer muchos milagros. Tener buena defensa también vale mucho en el Manomanista y, sobre todo, empezar bien, porque da mucha confianza", desgrana. Manos de oro las del zaratamoztarra, sin embargo, precaución máxima. "Iker es complicado, tanto como los siete pelotaris que quedan. Serán partidos en los que he de luchar mucho para ganar", señala -en su grupo también se encuadran Aitor Zubieta y Aritz Lasa-.

El hábitat natural de Urrutikoetxea es el mano a mano, no en vano, en el Cuatro y Medio de Segunda ya fue capaz de calarse la txapela. "En la modalidad, desde pequeño me he encontrado muy cómodo. He jugado muchos torneos así y eso ha hecho que me encuentre muy bien en esta disciplina. En parejas todavía tengo que aprender algunas cosas", remata. Asimismo, cuando los frontones se llenan para apoyarte, las cosas salen mejor y la victoria es más dulce. "En Zeberio se llenó de gente que me apoyaba y eso para un pelotari es de agradecer", delantero del pueblo.

Iñigo Leiza, primer punto "El mano a mano es muy duro", espeta Iñigo Leiza. Sabe de lo que habla el de Lemoa, ya que fue campeón de Segunda en 2005 y ya cuenta con un punto en su casillero. "He ganado dos partidos y me encuentro bien", remienda evocando los duelos ante Olaetxea y Mendizabal II. El delantero tuvo que sobreponerse al último de manera impresionante. No en vano, Oier le encajó un 0-7 nada más empezar que le espoleó para obtener el triunfo. No lo tiene fácil con dos caballos salvajes como son Julen Retegi y Mikel Beroiz. "El de Iruñea es el más complicado, está un puntito por encima", desgrana.

"Físicamente no he estado al punto, ya que no he tenido tiempo para preparar bien", admite Leiza. "De manos voy mejorando, empecé con mucho taco y poco a poco estoy bajándolo", analiza el de Lemoa. "Si pasamos de ronda y se verá a lo que aspiramos", finalizó el delantero vizcaino.