Duración: 52 minutos.
Saques: 6 de Retegi Bi y 3 de Beroiz.
Pelotazos: 257 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 9 de Retegi Bi y 5 de Mikel Beroiz.
Errores: 5 de Retegi Bi y 7 de Mikel Beroiz.
Marcador: 1-1, 2-1, 6-2, 7-2, 7-3, 8-5, 11-6, 11-11, 20-12, 21-13.
Incidencias: Floja entrada en el Astelena de Eibar.
bilbao. Julen Retegi comparece en La Catedral, el Astelena de Eibar, con el gesto duro. Frío. Pétreo. Asoma por la cancha Mikel Beroiz. Dos reyes del Manomanista de Segunda, el de Huarte el ejercicio pasado, su adversario en el frontón en 2008. Alimentan sus ansias de txapelas en el Campeonato de Promoción. Foguean su alma. Los dos pelotaris de Aspe iniciaban su andadura en la competición con la conciencia de que un partido perdido no suponía claudicar del todo en el torneo. El K. O. ha desaparecido en favor de una liguilla y un sistema acotado que, en voz de las empresas, "favorece el espectáculo" en el Manomanista de Segunda. Así, los dos pelotaris, con clase para afrontar el campeonato de Primera amanecieron encasquillados bajo el yugo de la promoción. Beroiz, por derechos adquiridos, y Retegi, por derechos ganados, jugaban una prueba de fuego en Eibar.
El de Huarte, con el nervio a flor de piel, comenzó dubitativo. Anormalmente descentrado. Su rival, de colorado sangre, hacía mella en su indolencia, que no era para nada indolora. Así, la primera se le cayó tras un cruce de pelotazos al zaguero. Tras ese inicio tan desalentador, una bofetada que Retegi fue incapaz de solucionar selló el 1-1. El delantero apoyó en su saque uno de los mejores recursos que recita el de Iruñea: la dejada. Asimismo, con una defensa numantina, su rival era incapaz de penetrar en su escudo. Cosido al pecho parecía llevar un chaleco antibalas. Tanto abusó el delantero de la dejada que su tacada finalizó en un golpe de chapa. Beroiz, a su vez, no había despertado y con la oportunidad de hacer mella, estrelló el cuero en la colchoneta que preside La Catedral.
Corría el 7-3 cuando Retegi se ausentó para dar alas al de Huarte. Un sotamano al ancho colmó la reacción. Beroiz, dando notas de clase, remendó un dos paredes con el que Julen empezaba a ver las orejas al lobo. Mikel, pese a haber tejido alguna jugada de mérito, estaba desaparecido en combate. No en vano, hasta ese momento, Retegi Bi era ángel y demonio. Sus momentos dulces cosían tantos, su cara oscura eliminaba sus opciones. Y, mientras Mikel se sacudía a la espera de las musas, el de Iruñea agredió a su adversario con otra dejada. Beroiz se dormía bajo el influjo del suave canto de sirena del delantero.
Con el 11-5, Retegi falló una volea. Se le erizó el vello al de Huarte. "Una opción", parecía adivinarse entre sus huidizos ojos. Lo que parecía imposible sucedió. Reacción. 11-11. Sin embargo, el esfuerzo pasó factura al de azul, que pese a verse de nuevo en el partido no fue capaz de entrar. Retegi, por si acaso, no dudó en aprovechar todas sus armas para desconcertar al zaguero. Largas, dejadas, saques... Además, los fallos acabaron sepultando a Beroiz. Una tacada de nueve finiquitó el duelo. 20-11 y dos balas perdidas del de Huarte que alcanzaron a su rival, pero ni siquiera le hirieron. 22-13. De esta manera, Julen Retegi se alza con su primer punto de la liguilla del Manomanista. Con regusto a deja vû se instalan Beroiz y el iruindarra en un campeonato destinado a la promoción de las nuevas estrellas. El siguiente escollo lo tendrán dentro de dos semanas, el zaguero ante Oier Mendizabal y el delantero ante Iñigo Leiza.