El domingo se clausurará en el Guggenheim Bilbao la retrospectiva dedicada al japonés Yoshitomo Nara, que explora el universo del artista a través de una amplia selección de pinturas, dibujos, esculturas e instalaciones creadas a lo largo de las cuatro últimas décadas, y que ha tenido más de 630.000 visitas. Y el museo se prepara para acoger una de las apuestas artísticas para este otoño-invierno, la mayor exposición celebrada en Europa del videoartista Paul Pfeiffer.
A partir del 30 de este mes de noviembre, el museo bilbaino acogerá, gracias al patrocinio de la BBK, una treintena de obras que recorrerán toda la trayectoria de uno de los autores más influyentes de la actualidad. Nacido en 1966 en Honolulú (Hawai) y residente en Nueva York, Pfeiffer pertenece a una generación de creadores que ha explorado y experimentado con el uso de las nuevas tecnologías en un proceso creativo que se despliega en medios tan diversos como el vídeo, la instalación, la escultura y la fotografía. En su obra, plantea cuestiones relacionadas con el espectáculo, la pertenencia y la diferencia.
Un mundo saturado por los medios
Reconocido sobre todo por sus “incisivos vídeos con imágenes extraídas de un mundo saturado por los medios”, Pfeiffer analiza la manera en que las imágenes dan forma a los espectadores que las consumen. Aunque, tal como él mismo lo explica, “siempre surge la misma pregunta: ¿quién utiliza a quién?, ¿es la imagen la que nos hace a nosotros o somos nosotros quienes hacemos las imágenes?”.
En el trabajo de Pfeiffer resulta clave su manipulación de imágenes en movimiento de eventos deportivos, conciertos de música y películas, que el artista edita con destreza mediante tecnología digital. “La diestra manipulación de Pfeiffer de metraje procedente de eventos deportivos, conciertos y películas de Hollywood mediante viejos programas de ordenador de edición digital presagia la prevalencia de los GIFs y anticipó la circulación masiva de breves clips de vídeo de la actualidad”, explican desde el museo.
Además, a Paul Pfeiffer le interesa la forma arquitectónica del estadio o el escenario para mostrar no solo cómo se erigen los grandes espectáculos, sino también cómo se define y se cuestiona el cuerpo político (de una nación, de una comunidad, de la sociedad) en relación con dichos entornos.
La exposición está comisionada por Clara Kim, curator jefa & directora de Curatorial, y Paula Kroll, asistente Curatorial del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, en colaboración con Marta Blàvia, curator del Guggenheim Bilbao. Paul Pfeiffer. Prólogo a la historia del nacimiento de la libertad permanecerá en el museo hasta el próximo 16 de marzo.
Otoño e invierno en el Guggenheim
La exposición coincidirá con la ambiciosa retrospectiva que el museo inauguró el pasado mes de octubre dedicada a la artista sueca Hilma af Klint, la pionera del arte abstracto que se adelantó a Kandinsky, y que viene a corregir en parte ese ostracismo al que quedó relegada. La muestra recoge desde sus primeros trabajos de temática tradicional, sus dibujos automáticos y sus series más destacadas, como Pinturas para el templo, Perceval o la dedicada al átomo, hasta sus acuarelas tardías.
La artista sueca (Estocolmo, 1862-1944), que en vida solo expuso parte de su obra, no concedió permiso para mostrar la totalidad de la misma hasta veinte años después de su muerte. La exposición, patrocinada por Iberdrola, se podrá ver en el museo hasta el 2 de febrero.
La oferta museísta para esta temporada se completa con la obra del británico Anthony McCall Fracción de segundo, con la que el museo celebra el décimo aniversario de la sala Film&Video, y que se podrá ver hasta el día 10 de este mes, y con la exposición Obras de la Colección del Museo Guggenheim Bilbao. Esta muestra incluye una selección de obras que singularizan momentos clave de la historia del arte posterior a la Segunda Guerra Mundial. Estará en el museo hasta el 31 de diciembre.