Albert Pla y su vitriólico verbo se ha convertido en protagonista en las primeras horas del BIME Pro 2024, que se ha inaugurado este martes en Euskalduna Jauregia. En su charla con Natalia Flores y Borja Prieto, fundadores y CEOs de Está Pasando y “viejotubers”, en sus propias palabras, el catalán ha hablado de música, religión, redes sociales, censura, libros y teatro. “Cantar y componer es un placer inevitable, pero el oficio es como un partido de fútbol con sangres, lágrimas y sacrificios. ¿Es un puto campamento militar?”, se ha preguntado Pla.
Una charla de bar pero con público. Así se ha presentado la presencia de Pla en BIME Pro… y así ha resultado desde su arranque, cuando el catalán ha evocado su infancia ligada a la natación. “Sigo nadando, nada por la mañana, nada por la tarde…”, ha explicado antes de reconocer que “era feliz en la piscina”, y que aquel tiempo le sirvió para su carrera musical. “Vas, vuelves, 8 kilómetros al día durante 10 años. Solo con lo que pensé allí me da para hacer canciones hasta los 85 años, a los que no creo que llegue”, indicó a la pareja de Está Pasando.
Aquel niño y joven al que le bombardeaban en el colegio con la música de Lluis Llach y Serrat, o con análisis de texto de El Principito, a quien “mataría si lo viera”, usó esta “contrainspiración” en su carrera a partir de la escucha de rancheras y de punk rock en su juventud. “Eran rancheras de todo tipo pero, sobre todo, las malas, no las de Agustín Lara o José Alfredo, sino las de Los 3 Sudamericanos o Mª Dolores Pradera; las falsas. Y del punk, Fermín Muguruza, La Polla Records, Dead Kennedys…”, ha enumerado.
“Sin ilusión” de montar un grupo o por tocar en bares, a Pla le fichó RCA y empezó a dar conciertos tras ganar un concurso estatal de cantautores al que le apuntó un amigo que pensaba que el certamen era de la Generalitat. “Canté en catalán en Jaén y la gente no se dio ni cuenta”, ha recordado Pla, quien al ser preguntado por el impacto de las redes sociales, ha explicado que vive de espaldas a ellas. “En ellas te dicen genio y luego hijo de puta y que me van a matar por ser un catalán de mierda. Abro Instagram y no me interesa nada, y los músicos las usan para promoción”, ha indicado el músico, que valora positivamente que “me amenacen de muerte; qué ridiculez pasar por esta vida sin ello”.
Censura y música actual
Pla, para quien la censura en 2024 es que el artista se quede sin patrocinadores, niega que ponga música en su casa ni en su cocina, que usa también como estudio de grabación. “Me interesa todo el que haga música, pero hay que desenterrarla entre la producción y el sonido de cada época. Si indagas y dejas de escuchar la claqueta, el líder de la música actual, la encuentras en algunos casos. Ante tanta avalancha de información y producción, tienes que desenterrar la música. Es como un ¿dónde está Wally”, ha explicado, poniendo como ejemplo de personalidad al mexicano Peso Pluma.
“El trabajo no es un mérito, es una desgracia que hace infeliz a la gente”, ha indicado Pla, quien también ha reconocido, con sorna, que “a veces miento en las entrevistas”. En su opinión, “cantar y componer es un placer inevitable”; otra cosa es el oficio. “Se está convirtiendo en un partido de fútbol con tanta sangre, sacrificio, lágrimas, el tocar mejor que nadie, bailar, colgarte de una puta percha… Es lo de va a ser duro, tendrás que esforzarte, caerás de rodillas, derrotado, pero te levantarás. ¿Es un puto campamento militar? Bastante sufrimiento tiene uno”, ha indicado.
Teatro, literatura y cine
También actor para cine y series, además de escritor del reciente libro Los unos y los otros, escrito en formato de conversación de Whatsapp, ha reconocido que “no hago canciones pensando en los niños”, pero sí que logra con ellos “las respuestas más bonitas”. Tras reconocer que su espectáculo teatral Miedo es “mi favorito”, ha explicado que surgió de buscar dirigirse a la infancia. “En catalán me salen muchas canciones para niños, pero no en castellano. Ahí surgen terroríficas, así que las aproveché para hablar de mis miedos, esos sociales que le pasan a mucha gente”, ha apostillado.
Finalmente, Pla, que ha interrumpido la charla por una llamada telefónica, alargada para hacer fotos al público, habló de religión. Él dio vida al cura en la película Airbag y al padre del fanático clan católico de la serie La Mesías. “No viví la religión, en casa nunca hubo Dios ni crucifijos. Viví al margen, lo que es una lástima”, ha indicado, para proseguir añadiendo, entre la risa general, que “me gustaban los curas de niño, me imaginaba tocándolos el culo, me daba morbo; tenía envidia de mis amigos y ahí sigo, sin haberme follado a un cura”.