Varios de los músicos que actuarán en Ura Bere Bidean 2024 este viernes y sábado en el BEC, arropados por la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) y la Coral de Bilbao, dirigidos por Fernando Velázquez, han visto las caras en el primer ensayo del espectáculo, que el compositor y arreglista getxoztarra definió como “Olentzero, Reyes Magos, las vacaciones y un cumpleaños, todo junto”. La cita, “de nivel internacional”, realizará un ensayo general este jueves, a las 19.00 horas, para el que todavía quedan 500 entradas disponibles.
Visto el ensayo, casi todo parece listo para estas tres veladas en las que participarán Jorge Drexler, Reincidentes, Celtas Cortos y una amplia nómina de músicos euskaldunes, entre ellos Gatibu, Doctor Deseo, Bulego, Su Ta Gar, Zetak, Eñaut Elorrieta, Iñigo Etxezarreta (ETS), Zea Mays, Izaro, Mikel Urdangarin, Mikel y Esti Markez y Nögen, entre otros.
“Todavía queda trabajo por delante para juntar todas las piezas: la BOS, la coral y los artistas en este pedazo de escenario. Hay horas y horas de trabajo detrás para ofrecer un espectáculo de dos horas que deje a quienes vengan una experiencia tan inolvidable como lo es para nosotros”, explica Velázquez sobre Ura Bere Bidean. “Conlleva mucha técnica, cables, auriculares, ensayos y escaletas, pero hay algo mágico en su preparación. Es inolvidable para todos”, apostilla el director vizcaino.
Han compartido el escenario del BEC los maestros de la BOS y músicos de Bulego, Janus Lester y Gatibu, y solistas como Mikel Urdangarin, Izaro y el dúo familiar de Esti y Mikel Markez. “En dos tomas estaba listo, pin, pan, pun”, explica a DEIA Urdangarin sobre su dúo de la canción Errefuxiatuena, ya compartida en disco. “¿Oías bien los monitores?”, le preguntaban a Izaro. “Todo perfecto”, respondía ella.
Por su parte, Tom, cantante del grupo Bulego, ensayó con la BOS su éxito Zure begi honek aunque también interpretará en el BEC Bueltan da. “Hombre, cantar con la BOS impresiona la primera vez y el estómago de da la vuelta, pero esta será ya la tercera. Eso sí, las ganas y la ilusión que provoca llenar el BEC siguen ahí. Es un disfrute, además de algo no habitual aunque empecemos a verlo como tal”, indica a este diario. “Es cierto que los ensayos son ya más fáciles, que hay un saber hacer previo tras la experiencia de años anteriores”, según Velázquez.
Fiesta de nivel internacional
“Esa entrada hacedla más larga”, explicaba Velázquez a los maestros de la BOS. “Y ese ritmo no hace falta que sea tan rápido”, apostillaba después el director y arreglista de Ura Bere Bidean, que definió el espectáculo como vivir “Olentzero, Reyes Magos, las vacaciones y el cumpleaños, todo junto; esas dos horas son algo que estamos pensando durante todo el año”, apostillaba.
La actuación de los artistas, el coro y la orquesta se integrará en un montaje y escenografía únicas en Euskadi, a la altura de los artistas internacionales en calidad y potencia de sonido, luces, pantallas y escenografía, obra de Iñaki Irastorza, responsable de proyectos como Benidorm Fest, La Voz Kids, Los Goya o los Premios Platino. “Ves una gira de artistas que mueven siete trailers y no es muy diferente. Por eso estamos tan orgullosos de hacer con nuestro repertorio un espectáculo para todos y al máximo nivel. Y que nos perdonen los artistas, que las canciones que sonarán ya son de todos”, según el director.
Velázquez destacó el aprendizaje que supone para él trasladar al mundo sinfónico canciones como Sagarra Jo!, Kemena, Arratsalde honetan, Aita semeak, Gure hizkuntza, Haika mutil… “Lo bonito de la adaptación es el aprendizaje. Aprendo mucho con estas obras de arte que me cuentan cosas y yo las adapto para volver a contar. La canción de Bulego habla del nacimiento de su hija y de sus ojos, pero yo, y el público, la adaptaremos a nuestra vida propia para transformarla”, indica.
“Son muchas horas de trabajo, de meterme en la cabeza de Tom, Eñaut, Idoia, Lertxundi… Pero es maravilloso, permite explorar y crear un mundo nuevo y convertirlo en una obra de arte. Eso es este espectáculo, es nuevo, antes no existía nada ni parecido”, destaca Velázquez. “Compartimos algo que es bonito; hay cosas que nos separan, pero otras nos unen y son más intensas y fuertes. Y se nota en la energía del concierto”, apostilla el director.