Kike Infame y Gorka Echevarría, alias Señor Verde, sudan bajo sus camisetas negras, las corporativas del cómic y la expo que presentan. Esperemos que sea por el calor que aprieta en el Palacio Yhon y no a causa de la radioactividad que abunda en el Bilbao futuro que han creado para Morirse con Marijaia. Contaminados, o quizá solamente contagiados por la Pandemia Gargantúa, ambos autores responden irradiando sentido del humor, ironía e ingenio.

¿Es más dura la Aste Nagusia de vuestro cómic o la real?

—Señor Verde: En la postapocalíptica hay libertad, mucha libertad para hacer lo que quieras... siempre que vayas armado, claro. Hay que imaginarlo un poco como La Purga.

—Kike Infame: Yo, por ejemplo, ya soy mayor y respetable, un padre de familia, y he aprendido a disfrutar de Aste Nagusia de otro modo. Ahora sé que existe el día y también actividades para todos los públicos. Mejor la de ahora.

—S.V. : Sí, en la otra no duraríamos mucho, aunque fuera divertida.

¿Caben personajes como Trump y Putin en esa Aste Nagusia postapocalíptica de 2136?

–K. I.: Son personajes que te lo ponen muy fácil. Realmente son de cómic, de cómic malo. Tremendos. Por muchas burradas que se te ocurran, las superan día a día.

—S.V. : Nos decimos: mira la que han liado, eso no lo hemos visto venir.

La Marijaia que protagoniza el cómic ¿Cómo es?

—S.V. : Tiene un bate con pinchos y una máscara de hockey con un eguzkilore dibujado.

–K. I.: Además, el hecho de quemarla tiene mucha importancia. Sucede cada día y esa quema resulta fundamental también en la propia historia. Queríamos que hubiese algo un poquito más macarra.

—S.V.: Se quema una Marijaia cada día de estas Aste Nagusiak y, en ese momento, se pone a cero el contador de  víctimas. Hasta el día siguiente los muertos ya no cuentan.

¿Aste Nagusiak? ¿En plural?

–S.V.: Exacto, en 2136 las fiestas duran dos semanas de fiestas. Pan y circo.

¿Cuál es el modo de sobrevivir en esas Aste Nagusiak?

–S.V.: Hay que tener en cuenta que nos encontramos en medio de una guerra carlista, la VI. También que se extiende una Pandemia Gargantúa. Vivimos en un Bilbao sumergido porque los casquetes polares se han derretido. La situación resulta complicada. La forma de sobrevivir consiste en tratar de disfrutar todo lo que se pueda, pero sin que te rompan la cara. Es una cosa bastante postapocalíptica, una lucha de todos contra todos.

–K. I.: Y es muy importante hidratarse bien para sobrevivir.

Nos habéis adelantado que la acción del cómic del próximo año se desarrollará en Laredo. Será ‘Morirse en la Batalla de Flores’.

–K.I.: Bueno, vamos de un punto a otro de Hego Euskal Herria. Esta serie de cómics empieza en Iruñea con un San Fermín en el que corren triceratops, sigue en La Blanca con un Celedón autómata que guarda una bomba en su interior, pasa por el desembarco pirata de Donostia que consigue la independencia de Igeldo, y termina en Laredo, que es Euskal Herria.

–S.V.: Es reflejo de las fiestas que recorríamos nosotros, aquella tourné. Y un homenaje a los cómics y la música que escuchábamos en los 90. Hacíamos una road movie de fiesta en fiesta. Como la de la heroína de nuestro cómic. Ella lo hace en un futuro postapocalíptico en el que las fiestas no se cancelan, sino todo lo contrario, sirven para que la gente no piense en lo mal que están las cosas. Nuestra protagonista sigue a una persona que esconde la solución a alguno de los problemas principales que afectan a ese futuro.

¿Por qué hay que ir al Centro Cívico de La Bolsa a ver la exposición?

–S.V.: Porque se puede ver en exclusiva algunas viñetas que hasta el 19 de agosto no serán públicas. Por ejemplo, la página cuádruple que hemos metido desplegable en la parte central, donde están todas las txosnas y El Arenal completo.

–K.I.: Y porque es una propuesta fresca, muy divertida e irreverente, que hace falta también.

–S.V.: Sí, tenemos aquí mismo un cacho de la muralla de Bilbao. Y hasta la Virgen de los Txikiteros. Justo al lado de la expo Morirse con Marijaia. ¿Quién puede imaginar algo más bilbaino?