¿Qué razonamiento ha llevado al cineasta Julian Schnabel a elegir a Oscar Isaac, un actor de origen guatemalteco y cubano, para interpretar a Dante Alighieri? Inmerso en el rodaje de En la mano de Dante, la adaptación de la novela homónima de Nick Tosches, el director de cine y artista plástico ha asegurado que “la labor del arte es romper barreras, hacer cosas que en la vida real no son posibles”. Schnabel, que este martes ha recalado en Bilbao para recoger el premio SundanceTV Inspiration Award en el Museo Guggenheim, ha repasado una carrera cinematográfica en la que destacan largometrajes tan emblemáticos como Basquiat, Antes que anochezca o La escafrandra y la mariposa: “Supongo que todas mis películas son sobre la libertad”, ha resumido en una conversación con DEIA.  

Frente a Faquires (1993), una de las dos obras del artista pertenecientes a la colección de la pinacoteca bilbaina, Julian Schnabel (Nueva York, 1951) ha censurado que “una persona blanca no pueda hacer una representación de una persona negra al no estar cualificado por no ser negro”. El artista plástico hablaba así de las acusaciones de apropiación cultural en contextos artísticos: “Me parece obsceno, inaceptable”. En ese sentido, ha defendido su elección de optar por Oscar Isaac para interpretar al autor de la Divina Comedia. “También tenemos a actores italianos como Franco Nero, Claudio Santamaria, Paolo Bonacelli o Sabrina Impacciatore aportando a la película. Todos formamos parte de la humanidad”, ha insistido.

El rodaje de la película, que cuenta con su hijo Olmo Schnabel –fruto de su segundo matrimonio con la donostiarra Olatz López Garmendia– como productor, comenzó hace un mes en Italia. “Hace años que mi amigo Johnny Depp compró los derechos para hacer la adaptación”, ha revelado el cineasta, que posteriormente obtuvo el permiso para hacer el guion y ejecutar el largometraje. “Es un libro complejo, loco y denso. No es un best-seller, pero me encantaría que lo fuera”, ha considerado sobre la novela de Tosches, a quien ha atribuido un “dominio del inglés” fuera de lo común, ya que maneja registros como “la jerga más vulgar de los gánsteres de Nueva York”. La película, que está ambientada en el siglo XIV y en el XXI, está protagonizada también por actores como Gerard Butler o Jason Momoa. Según ha avanzado el cineasta sobre el largometraje, que ha conseguido zafarse de la huelga de Hollywood, cuentan con poder estrenarlo antes del Festival Internacional de Cine de Venecia.

ARTISTA MULTIDISCIPLINAR

“La diferencia entre hacer una película y hacer un cuadro es que cuando haces una película estás transfiriendo un lenguaje todo el rato”, ha expuesto el artista multidisciplinar, quien, sin embargo, considera que “trabajar con actores es muy personal”. En ese sentido, durante la rueda de prensa ha destacado la interpretación de aquellos actores con los que ha trabajado y son capaces de ir más allá del guion, en cuyo caso se ve obligado a dar “un pasito atrás” como director. Ese fue el caso de Javier Bardem, quien dio vida al escritor cubano Reinaldo Arenas en Ante de que anochezca, lo que le valió la nominación al Premio Óscar. “Conviertes cada día de rodaje en un lienzo. Nadie sabe lo que va a ocurrir”, ha elogiado el actor español en un vídeo grabado expresamente para felicitar al cineasta por el premio obtenido.

Tras haber llevado a la gran pantalla la vida de artistas como Basquiat o Van Gogh, el director de cine ha visualizado a Jeff Bridges, en la época en la que rodó El gran Lebowski, encarnándolo en un biopic. “Mi padre me dijo que tenía que haber hecho una película sobre mí”, ha reconocido. 

Schnabel es el segundo director de cine en recibir el premio SundanceTV Inspiration Award, después de que el año pasado recayera en Carlos Saura. Con este galardón que este martes se ha entregado en el Museo Guggenheim Bilbao se reconoce el talento del artista multidisciplinar. Durante la presentación, Manuel Balsera, director general de AMC Networks para el Sur de Europa, se ha declarado “fan” del cineasta estadounidense, a quien ha tildado de “absolutamente único” y ha considerado que “sería difícil encontrar a alguien más renacentista”. En la misma presentación, Juan Ignacio Vidarte, director del Guggenheim Bilbao, ha subrayado la “relación” que el artista mantiene con la pinacoteca, que cuenta con dos de sus obras.

De hecho, el artista ha bromeado con que su próxima exposición pueda ser en el museo bilbaino. Además, Julian Schnabel se ha mostrado feliz de volver a Euskadi, donde llegó a comprarse una vivienda mientras estaba casado con López Garmendia. “Me encanta el casco antiguo de San Sebastián”, ha rememorado el cineasta, quien no obstante, ha lamentado los cambios recientes en la ciudad, que está perdiendo su identidad “neoclásica”.