Gatibu celebró su vigésimo aniversario en 2020. ¿Es duro mantenerse tanto tiempo en el mundo de la cultura?

(Álex) Sí, es duro. Yo creo que aguantar veinte años trabajando es duro en cualquier oficio, en todas partes. Hay que mantener las ganas y la ilusión por hacer las cosas bien de nuevo.  

(Haimar) Es duro porque este es un oficio fluctuante, nunca sacas el mismo disco ni la gente los recibe igual. Tienes que estar constantemente intentando acertar, haciendo lo que te gusta pero conectando con la gente, que al final es la que te da apoyo y la que te mantiene ahí. Sin la gente no estaríamos donde estamos. No es tarea fácil, tienes que estar despierto.

¿Y cómo llegaron a este EH Distopikala?

(Haimar) Este disco ya fue post pandemia, lo cogimos con muchas ganas. Tiene músicas más alegres, aunque las letras son críticas. Queríamos experimentar con sonidos nuevos, músicas más electrónicas y tropicales… 

La electrónica tiene peso en este disco. De hecho, lo ha producido Emili Bosch, que ha trabajado con Cala Vento, pero fundamentalmente viene de la electrónica.

(Álex) Así es, tiene mucha experiencia en eso. Le gustó la línea que seguía el grupo, a nosotros también nos gustó lo que había hecho él y decidimos unir fuerzas y trabajar juntos.

(Haimar) Nos hemos entendido muy bien, porque este disco es más bailable. Hemos llevado nuestra música hacia eso y vemos que la gente reacciona muy bien en los conciertos. Los directos son un buen termómetro para ver cómo responde el público, y la música alegre y bailable siempre es bien recibida. La gente quiere pasar un buen rato, bailar… Es una terapia muy buena, y además es gratis. Hemos evolucionado hacia una música que se puede bailar y se puede gozar en los conciertos

El título, EH Distopikala, remite, por un lado, a estos tiempos tan distócicos y extraños que vivimos, y por otro lado, recuerda al viejo lema de Euskadi tropical.

(Haimar) Sí, se refiere a esas dos cosas. Hablamos de los tiempos que vivimos y también recuperamos el Euskadi tropikala y lo traemos a nuestros días, porque últimamente nos estamos abrasando de calor. Cuando compusimos el disco, en 2022, las pasamos canutas, fue un verano horroroso, metidos en una habitación y sudando la gota gorda.

Lo han apuntado antes: el disco destaca por la mezcla entre músicas alegres y letras críticas.

(Álex) Esa siempre ha sido nuestra línea. Nunca hemos sido muy de solo felicidad ni de solo tristeza, nos gusta unir esos dos conceptos. Y también nos gusta ser críticos con lo que vemos, como se es crítico con lo que hacemos. La vida nos ha llevado a poner melodía y letras a lo que pasa en la calle.

(Haimar) Eso es. Al final hablamos del día a día de la gente. La crisis nos afecta, evidentemente. Somos de clase trabajadora y sufrimos la subida del gas, la subida de la luz, la subida de la gasolina… También hablamos de eso.

En la canción que da título al disco cantan junto al músico navarro Juatxo Skalari. ¿Cómo surgió esa colaboración?

(Haimar) Juantxo es amigo desde hace tiempo, hemos coincidido en conciertos, yo había colaborado con él… Es muy campechano y muy majo, y nos gusta la música que hace, aunque su música es muy distinta a la nuestra. Conectamos muy bien. La canción le venía como anillo al dedo; le gustó, aceptó y ha quedado genial.

La música de Gatibu ha evolucionado mucho desde el rock de sus inicios.

(Álex) Como la vida misma. Si quieres vivir y evolucionar, tienes que hacer algo nuevo. Si no tienes amigos nuevos en veinte años, algo estás haciendo mal. Hay que tirar hacia delante con todo lo bueno que hay. En la música nueva hay cosas interesantísimas que puedes asimilar y utilizar como referencia. Cuanto más oigas y más aportes, mejor gusto te va a quedar cuando escribes tus canciones.

¿El público va evolucionando junto al grupo?

(Haimar) Nuestro público viene y va. Hay gente que estaba más enganchada al rock que hacíamos hace veinte años y que igual no conecta con la música más bailable de ahora. Siempre hay gente que pierdes, pero por otro lado se va sumando gente nueva que no les gustaba lo de antes pero sí lo de ahora. Lo que salen por los que entran. También hay gente que igual es más abierta y nos sigue desde el principio, pasando por todas las etapas, porque le gusta el espíritu de la banda de reciclarse y de ir cambiando todo el rato.

(Álex) Cada vez que se saca un disco, el comentario suele ser siempre el mismo: “Es diferente al anterior”. Nos lo dicen a todos los grupos. El cambio puede ser bueno o malo, pero siempre está ahí. 

Con una carrera tan larga y ecléctica, ¿les cuesta dar homogeneidad al repertorio de los conciertos?

(Haimar) Es jodido. Tenemos diez discos y cada uno es de una madre. Es difícil darle homogeneidad al repertorio. Hay canciones que tenemos que tocar sí o sí. Al margen de esas, nos cuesta elegir las canciones, le dedicamos bastante tiempo. Procuramos hacerlos bien, que sean repertorios completitos, que vayan para arriba y que terminen en el clímax.

En estos veinte años, no solo Gatibu ha cambiado, sino que la música, en general, también lo ha hecho. ¿Qué tal se manejan en este mundo de plataformas digitales y redes sociales?

(Álex) Tenemos que adaptarnos a lo que hay. No puedes quedarte atrás en el formato, tienes que ofrecer lo que se demanda en cada momento. La gente pide inmediatez, canciones mucho más cortas que antes… Tienes que adaptarte, porque si no te quedas atrás.

(Haimar) Tampoco es que lo hagamos del todo; no acortamos las canciones, aunque es una tendencia que se lleva. Respecto a los formatos, tienes que estar en todas las plataformas, eso es indudable. Y también ofrecemos formatos físicos de los de toda la vida. De hecho, el último disco ha salido también en casete, aparte de cedé y vinilo. 

Hablando de la duración de las canciones, ahora se está empezando a lanzar canciones de pocos segundos, creadas expresamente para el público de Tik Tok.

(Haimar) Esa ya no es nuestra liga (risas). Ahí ya no vamos a entrar. 

En agosto actuaron en Baluarte en un concierto íntimo por el vigésimo aniversario del auditorio. Ahora vuelven a la Tótem, entiendo que esta va a ser la presentación oficial del disco en Irñea.

(Haimar) Lo de Baluarte fue una cosa pequeñita, especial, para poca gente. Fue una noche muy bonita, la verdad. Y lo de la Tótem va a ser una actuación oficial y rotunda. Un concierto clásico y potente. Va a ser la presentación del disco en Iruña.