¿Sabes que Bruce Springsteen escribió The River para los Ramones? ¿Que componer Rosalita le costó un día, pero que tardó medio año en grabar Born to Run? ¿Que Reno es su tema más explícito en lo sexual y que su saxofonista superpuso 8 pistas en Jungleland? ¿Que rechazó 12 millones de dólares y no cedió Born in the USA para que sonara en un anuncio? Todo eso, y miles de datos más, se agolpan en Bruce Springsteen. La historia detrás de sus 344 canciones (Blume), un libro enciclopédico que explica las historias que se esconden detrás de la obra del rockero, trufadas de anécdotas, análisis de textos y música, y fotos inéditas.

La clase trabajadora, su país, el amor, la familia, la libertad, los desarraigados, la amistad y la muerte son algunas de las preocupaciones a las que Springsteen, quien en su debut se definía como “el rey de la calle, el príncipe de los indigentes, el profeta de los rufianes”, le canta en el último medio siglo, en el que ha vendido más de un centenar de millones de discos. Sus fieles tienen ya su libro de cabecera tras la edición de su autobiografía. Se titula La historia detrás de sus 344 canciones, lo han escrito Philippe Margotin y Jean–Michel Guesdon, y suma casi 700 páginas, más de 3,5 kilos de peso y está a la venta por 60 euros.

Esta casi enciclopedia Springsteeniana, que resulta más disfrutable con sus discos o Spotify al oído, se sumerge en su obra mediante el análisis en profundidad de todos sus temas publicados, disco a disco, de manera cronológica, desde Blinded By The Light, de Greetings From Asbury Park, N.J. (1973), hasta I’ll See You In My Dreams, incluido en su último disco original, Letter To You (2020). Ofrece semblanzas de todos sus discos y temas, incluidos recopilatorios, caras b, rarezas (de la antología Tracks al EP American Beauty), colaboraciones…

Análisis pormenorizado

Sus autores analizan profusamente la génesis de las composiciones, la interpretación de las letras, detalles de las grabaciones, anécdotas… Además, aportan su exploración personal de la obra del Boss y múltiples entrevistas concedidas por el rockeros y por quienes lo han acompañado a lo largo de 50 años de carrera: sus compañeros en la E Street Band, músicos de estudio, productores e ingenieros de sonido. Como remate ofrece un muestrario de fotografías casi desconocidas o inéditas.

Yendo a la génesis de sus canciones, explican que The E Street Shuffle se inspiró en Curtis Mayfield; que Rosalita la compuso solo un día; que New York City Serenade, una de sus gemas desconocidas, no existiría sin Van Morrison; que la crudeza y austeridad sonora de Darkness on the Edge of Town es reflejo del punk o que en The Promised Land le copió el título a Chuck Berry y en Crush on You el riff a Keith Richards. Y también que Cover Me la compuso para Donna Summer, pero se la quedó, y que All that Heaven Will Allow, canción amor a su segunda esposa, Patti Scialfa, está basada en un melodrama de Douglas Sirk.

Sobre las letras, el libro explica que Bruce usa el automóvil como símbolo de libertad en Racing in the street, “una de mis favoritas”, confiesa, o que dedica The Factory a los curritos –a través de la figura de su padre– que madrugan para ir a la fábrica. Leyéndolo sabrás que la idea de Prove it All Night nació de un taxista, que cambió la palabra putas por chicas en su versión del Jersey Girl de Tom Waits, que Reno –una prostituta pide “200 dólares por delante, 250 por detrás”– es su letra más sexual o que la de The Wish es la más autobiográfica, por lo que no la incluyó en ningún disco oficial.

El análisis musical rebosa de datos, incluidos términos técnicos. El libro aclara que en su debut, sin guitarras eléctricas, Springsteen tocó en bajo en dos temas; que Born to Run la escribió sentado al borde de la cama, que la trompeta de ese bello cruce de jazz y cine negro que es Meeting Across the River la firma Randy Brecker, que tuvo dificultades de respiración en Darkness…, que Independence Day incorpora un acorde disonante en el minuto 2 y 8 segundos, o que decidió grabar él solo Nebraska tras los ensayos fallidos con grupo en la casa del teclista Roy Bittan.

Y las anécdotas son jugosas e infinitas. Mike Apple, su descubridor, recuerda que le aburrió cuando le tocó al piano dos canciones en una primera sesión, y el libro recoge que Backstreets, una de sus mejores canciones, estuvo a punto de no entrar en Born to Run y que She's the One podría estar dedicada a su novia de la época, la modelo Karen Darvin. La lectura arroja que Hungry Heart fue su primer tema incluido en una banda sonora, que Taylor Swift se escribió el estribillo de No Surrender en un brazo para un concierto o que se negó a ceder Born in the USA para un anuncio de la Chrysler a cambio de 12 millones de dólares aunque sí aceptó que la samplearan los raperos 2 Live Crew.

El libro aporta datos de sus periodos más desconocidos, como sus discos sin su banda, en los que colaboró con Mark Isham, Sam Moore o Bobby King; sus versiones de Streets of Philadelphia, su tema del Oscar, una con el saxo de Ornette Coleman, aún inédita; sus pasajes recientes con The E Street Band con discos contra la Guerra de Irak, Bush, Wall Street, la globalización y el apocalipsis del capitalismo; sus homenajes al country, el pop californiano de los 60 y Burt Bacharach, o su magnífico último disco, Letter to You, una loa al amor y la muerte de los amigos, que compuso en “apenas un mes” tras la muerte de Theiss, compañero en su primera banda: The Castiles.