La Villa de Bilbao alberga librerías que trabajan con títulos que se alejan de lo masivo y de lo convencional. En sus expositores pueden encontrarse ensayos que versan, por ejemplo, sobre el reguetón como herramienta de activismo cultural antirracista o novelas que tratan la experiencia de la maternidad desde un enfoque atípicamente subversivo. Una de ellas, La Ilusa, fue premiada el pasado 6 de noviembre como mejor comercio nuevo en los premios Favoritos de Bilbao. 

“Nos ha hecho mucha ilusión. Que haya comercios y entidades que reconozcan tu labor es muy satisfactorio”, valora Beatriz Albarrán, quien, junto a su hermano Sergio, levantó la persiana de su negocio el pasado 7 de febrero. Beatriz afirma que algunas personas de su entorno se mostraron muy sorprendidas por su modelo de negocio. “¿Una librería en 2022? ¡Qué ilusa eres!”, le llegaron a decir. No obstante, la decisión de poner en marcha una librería en pleno siglo XXI no es, como consideran algunos, una idea tan ilusoria. Y es que, pese a que la percepción general apunta a lo contrario, el mercado editorial está en auge.

En 2021 el sector editorial español -en el que también se encuentran las editoriales menos convencionales- facturó un total de 2.576,7 millones de euros, casi 137 millones de euros más que en el año anterior. Así lo constatan los datos recopilados por el Análisis del Mercado Editorial que estudia anualmente la evolución del sector en el Estado. Este mismo estudio también evidencia que las cifras de facturación no han cesado de subir en la última década. Ni siquiera la pandemia desatada por el covid -cuyas consecuencias económicas continúan lastrando la economía de muchos países- ha sido capaz de aplanar esta ascendente curva.

“La interminable marcha fúnebre”

Sergio Albarrán asegura que son muchas las voces que llevan años augurando la muerte del libro. “Al igual que con el cine llevan años diciéndolo. Es como una marcha fúnebre interminable”, bromea el librero. A este respecto, Javier Nevado, dueño de la librería Anti, asegura que la salida al mercado del eBook fue, para algunas personas, la sentencia de muerte definitiva del libro. “En 2005, cuando dijeron que iba a salir, todos dijeron que el libro en papel iba a desaparecer. Salió en 2010 y tuvo una buena acogida, pero apenas ha crecido desde su salida al mercado y nosotros seguimos aquí”, zanja Nevado. 

Pese a todo, Nevado considera que es complicado que se recuperen los hábitos de lectura de décadas anteriores. “Es evidente que antes se leía mucho más. Había también más tiempo para ello, entre otras cosas, porque todavía no existía internet”, opina. Cree, eso sí, que hay personas que acuden a las páginas para desconectar de la pantalla.

Parece que en Bizkaia son muchas las personas que se sumergen en los libros y apagan sus ordenadores, móviles y tabletas. Así lo muestra un estudio publicado por el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas sociales del Gobierno vasco. En él se afirma que la mitad de la juventud de Euskadi acostumbra a leer libros en su tiempo libre. Concretamente, el 48,8 % de los jóvenes entrevistados afirmaba en 2021 haber leído algún libro por ocio (esto es, no relacionado con sus estudios ni con su profesión) en el mes previo. Esta cifra era inferior a las registradas en 2012 o 2016, pero superior a la de 2008. Los datos obtenidos en este análisis también arrojan que la CAV supera a muchos puntos del Estado en número de lectores. Es, de hecho, la segunda comunidad autónoma en la que más literatura se consume. Así las cosas, todo apunta a que esta tendencia se mantendrá en el tiempo.