Calle Dos de Mayo. El nombre de esta vía rememora el levantamiento popular contra la Francia napoleónica que protagonizó el pueblo madrileño esa misma fecha en 1808. La librería Anti –situada en este lugar – parece recoger el testigo de ese ímpetu revolucionario. “Anti es un prefijo que significa contrario u opuesto y creo que invita a hacerse una idea de la propuesta que hay dentro: El cuestionamiento de la realidad”, explica Javier Nevado, su propietario. 

Una oferta literaria propia

Esta librería, con arreglo a Nevado, “se sostiene sobre cuatro patas”, la narrativa, el ensayo, el arte y el diseño. Los títulos que se dividen en estas cuatro categorías son minuciosamente seleccionados por Javier y por su socia, Maia Billot. “No nos imaginamos siendo libreras de otra manera, nunca dejaríamos que nadie decidiera cuáles son los títulos que vamos a vender”, asevera Javier. Aceptan sugerencias de las editoriales o de sus propios clientes, pero asegura que en Anti jamás habrá un libro que no le gustaría leer a él o que atentase contra sus principios. 

La importancia de la estética

El arte y el diseño, además, son dos áreas que Javier, como egresado en Bellas Artes, conoce a la perfección. Precisamente por esta razón, la estética es también una parte importante de Anti. “Es un espacio pensado para ser mirado sin abrumar y para ser funcional. Hay una reflexión estética sobre cómo mirar los libros”, expone el librero desde el mostrador de la librería. Frente a él, se ubica una mesa que sostiene algunas de las novedades editoriales del mes. No son pocos los volúmenes que descansan sobre la blanca superficie, pero están dispuestos de una manera concreta. La mesa es el corazón del local. Ocupa su centro mientras que en sus cuatro paredes se encuentran las cuatro secciones en las que se divide Anti. “Aquí podríamos meter muchísimos más libros, pero no es nuestro objetivo”, declara Javier.

Un logo que lo dice todo  

La reflexión estética está también presente en otros aspectos del local. El logo es uno de ellos. Es, además, visible desde el exterior. Situado en un panel circular de color blanco, sobresale del edificio lo que aloja. En su interior destaca un texto que reza ‘Anti’ escrito al revés. “Diseñado por Gorka Izaguirre, está formado por una fuente – diseño de caracteres – inventada por él, Refleja qué nos define, el afán por dar la vuelta a las cosas y cuestionarlas”, explica.