La exposición Motion. Autos, Art, Architecture, comisariada por Norman Foster y recientemente clausurada, ha sido un éxito total en cuando al número de visitantes que se han acercado hasta el museo durante los meses que estuvo abierta, convirtiéndose en una de las de mayor éxito de la historia del Guggenheim, en un año especial en el que celebra sus bodas de plata.

Con cerca de cuarenta automóviles, la muestra presentó una selección de los mejores vehículos de cada clase en lo que respecta a su belleza, singularidad, progreso técnico y visión de futuro.

Acompañados por obras de arte, vídeos y fotografías vinculados a los modelos expuestos, esta particular exposición que cerró sus puertas el pasado mes de septiembre, dio la posibilidad de ver juntos algunos de los coches más icónicos de la historia de la automoción, una oportunidad nada fácil de repetirse, teniendo en cuenta que muchos de los presentes era la primera vez que abandonaban las colecciones privadas o instituciones públicas a las que pertenecen.

Con el objetivo de unir la dimensión artística del automóvil, vinculándola con los ámbitos paralelos de la pintura, la escultura, la arquitectura, la fotografía y el cine, la muestra levantó también una gran expectación fuera de los limites vascos, registrándose récord de visitante extranjeros que acudieron a verla.

‘Motion. Autos, Art, Architecture’ se ha convertido en una de las exposiciones de mayor éxito de la historia del Guggenheim

La exposición analizó asimismo las afinidades existentes entre la tecnología y el arte. Y como ejemplo dejaba ver cómo el uso del túnel de viento ayudó a dotar al automóvil de una forma aerodinámica, a fin de que pudiera ir más rápido empleando la energía de manera más económica; esta revolución aerodinámica tuvo su eco en las obras del movimiento futurista y de otros artistas de la misma época; y ello también se reflejó, finalmente, en el diseño industrial de todo tipo de productos, desde electrodomésticos hasta locomotoras.

En cuanto al recorrido de Motion, la muestra estaba organizada en diez espacios dentro del Museo. Cada una de las siete galerías abordaba un tema, en un orden cuasi cronológico que partía de los inicios, para continuar con las salas tituladas Sculptures, Popularising, Sporting, Visionaries y Americana, y concluir con lo que el futuro de la movilidad puede deparar. Esta última sección, Future, incluía el trabajo de una joven generación de estudiantes de dieciséis escuelas de diseño y arquitectura de cuatro continentes, que invitados por la Norman Foster Foundation, imaginaron cómo sería la movilidad a finales de este siglo, coincidiendo con el momento en se cumpliría el bicentenario del nacimiento del automóvil.