Extraña verlo sin su habitual sombrero stetson condecorado por las arenas del desierto y una camisa parda repleta de bolsillos. Sonríe al alargar la mano del saludo en el recibidor del Hotel Carlton de Bilbao. El cabello blanco corto e impecablemente peinado, unos tejanos azules y camisa rosa de algodón. Informal pero elegante. Aunque siga subiendo a andamios y bajando a pozos, los esfuerzos pasan factura y acusa una ligerísima cojera. Puede deberse también a la paliza del viaje. El vuelo desde El Cairo se retrasó. Y eso le ha quitado horas de descanso. Pero es como si la primera pregunta sobre el Egipto de los faraones le cargara de energía. Habla con el entusiasmo de un arqueólogo recién licenciado que acaba de desenterrar su primera pieza de cerámica. Y se lo tiene que contar a alguien. De manera vehemente, Como una crecida del Nilo. "Está demostrado que todas las piezas del tesoro de Tutankhamon proceden de talleres de la Ciudad Dorada. Y es muy probable que Nefertiti, quien tras la muerte del faraón Akenaton defiendo que gobernó con el nombre de Smenkhare, naciera también en la Ciudad Dorada", desgrana Zahi Hawass. La llamada Ciudad Dorada, en las proximidades de la conocida Luxor tiene relación con las vidas de tres de los personajes del antiguo Egipto con más resonancia en la cultura popular: Nefertiti, Akenatón y Tutankhamón.Se trata de una ciudad descubierta hace muy poco, muy bien conservada y sorprendente. "El trazado de sus calles era sinuoso. A la vía principal la llamamos 'la calle de la serpiente' por está forma tan poca habitual. Encontramos planos de estas calles en Karnak", detalla el arqueólogo. Además, la Ciudad Dorada dependía de un lago hoy seco y cubierto por el desierto. "Un lago en el que las gentes navegaban, pescaban y tomaban agua para beber En los planos de Karnak también aparece este lago", añade Hawass. Otro de esos singulares nombres faraónicos cuyo eco se nos hace familiar es Imhotep. Hawass se encuentra sobre la pista del lugar de su enterramiento. "Estoy buscando la tumba de Imhotep. Él fue quien diseñó la Pirámide escalonada de Saqqara, durante la dinastía III. Es la primera persona en la historia de la humanidad que construyó un techo de piedra y columnas de piedra. Llevo un año buscando esta tumba", confiesa el egiptólogo-Mientras que Imhotep aún se muestra esquivo, aparecen nuevos personajes. Las arenas del Valle de los Reyes son generosas. "Excavando junto a la pirámide del faraón Teti, el primer rey de la VI dinastía, de hace 4.300 años, hemos detectado una pirámide pequeña de una reina llamada Nearit que no sabíamos que existía. No se conocía nada de ella", dice Hawass. En el mismo contexto encontraron 57 pozos que guardan 300 sarcófagos. "De lo más hermoso que se puede imaginar, todos los sarcófagos contienen momias y sus tesoros. Todo intacto". Las arenas del desierto devuelven aquello que han ocultado durante milenios. Incluídas pirámides. "Recientemente hemos descubierto una que creemos que corresponde al monumento funerario de un faraón llamado Huni, último rey II Dinastía, de hace 5.000 años. Esperamos poder abrirla y entrar", aventura. Y continúa relatando la búsqueda de los túneles que deben conectar la tumba de Ramses II "que se encuentra a la barbaridad de 168 metros de profundidad en la roca, con las tumbas de sus hijos". Y la excavación de señales que indican la proximidad de la tumba de Cleopatra. Y un sinfín de hallazgos más.Pero, a pesar de más de un siglo de arqueología y la aplicación reciente de modernas tecnologías que facilitan la tarea de los arqueólogos, Zahi Hawass lo tiene muy claro: "Estimo que hemos encontrado el 30% de los restos del antiguo Egipto; el 70% queda por descubrir". Queda antiguo Egipto para siglos.

"Estoy buscando la tumba de Imhotep. Él fue quien diseñó la Pirámide escalonada"

Arqueólogo