El Guggenheim Bilbao ha presentado la obra de Monira Al Qadiri Cuarto sagrado, la primera exposición de 2022 en la sala Film&Video, un espacio en el que el Museo exhibe piezas clave del videoarte, la instalación audiovisual y la imagen en movimiento como lenguaje artístico. En esta ocasión, se muestra una instalación de vídeo y escultura de Al Qadiri, creadora de nacionalidad kuwaití, nacida en Senegal y residente actualmente en Berlín.

Usando el sonido como hilo conductor, Cuarto sagrado toma como punto de partida la historia del explorador británico Harry St John Philby, quien en la década de 1930 atravesó el desierto arábigo en busca de la mítica ciudad perdida de Ubar, una Atlántida de las arenas, que, según el Corán, fue destruida por la ira divina en tiempos inmemoriales. En lugar de esta, encuentra los restos de lo de los más importantes impactos meteoritos visibles en nuestro planeta.

En torno al cráter de Waber -que Philby, en un primer momento, tomó como volcán- pueden hoy encontrarse fragmentos minerales del impacto. Estas piedras similares a perlas negras tienen para Al Quadiri el carácter de emsoras de un espíritu cósmico y colectivo.

Perlas y petróleo

Una voz grave y lenta, la del espíritu de Wabar, acompaña a las imágenes que se proyectan en la sala, en la que se exhibe un conjunto de esculturas de cristal soplado, de una gran densidad, que evocan al mismo tiempo perlas negras y enormes gotas de crudo.

"Llevo mucho tiempo trabajando en la estética de las perlas y el petróleo, e intento relacionar la época anterior y posterior al petróleo en la región del Golfo. Estas esculturas fusionan el pasado con el presente y con el futuro. Hablan del petróleo y su extracción, de la economía y de cómo esta se ha desarrollado", explica la creadora kuwaití.

Al Qadiri rodó las imágenes mediante el uso de las últimas tecnologías, como los drones, para conseguir imágenes de potente impacto visual. "Es una artista que se centra y trabaja en un territorio de la aceleración de un cambio climático, en el relato en el límite entre la ficción futurista y científica e histórica y el límite entre el vídeo y la escultura", explicó el comisario Manuel Cirauqui, que presentó la videoinstalación junto con el director general del Museo, Juan Ignacio Vidarte.

Para Monira Al Quadiri, "su obra tiene que ver con su misión de redescubrir al ser humano como un personaje trágico y frágil. Es también un trabajo sobre la decadencia, el destino y la ambición expansionista de las potencias occidentales durante el colonialismo". Monira Al Qadiri ha advertido que hay que "cambiar las cosas para tener un futuro más positivo".

Monira Al Quadiri vive y trabaja en Berlín y su trayectoria está marcada tanto por su educación internacional como por su constante cuestionamiento de las identidades del Medio Oriente. Nacida en Senegal, educada artísticamente en Japón, donde obtuvo su doctorado, y residente en elLíbano en los años previos a su traslado a Alemania, es considerada como una de las más máximas exponentes de una generación de artistas procedentes del Golfo Pérsico.

La videoinstalación se puede ver en el Museo Guggenheim Bilbao hasta el 12 de junio.