Bilbao ya está sumergida en la fiesta musical, un maratón de conciertos que hasta el domingo convertirán la ciudad en la capital mundial de la música clásica. El pistoletazo de salida se ha dado esta tarde con el concierto que se ha celebrado en el teatro Arriagaen el que se ha interpretado La Creación de Haydn, , bajo la batuta de Robert Howarth, con la Sociedad Coral de Bilbao y la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS). Antes del inicio del concierto, público y artistas guardaron un minuto de silencio en homenaje a las víctimas en Ucrania que finalizó con un aplauso unánime.

El concierto estuvo presidido por el alcalde de la Villa, Juan Mari Aburto, y el concejal de Cultura y Gobernanza, Gonzalo Olabarria, junto a una representación de la corporación Municipal.

Por primera vez, este teatro municipal acoge parte de la programación de este festival, que siempre se ha concentrado en el Palacio Euskalduna. Este año, se abre además a otros espacios culturales de Bilbao como Azkuna Zentroa-Alhóndiga Bilbao y en Bizkaia Aretoa UPV/EHU.

Más de 1.300 artistas

El Festival Musika-Música 2022, organizado por el Ayuntamiento de Bilbao, ha programado 70 conciertos con orquestas sinfónicas, orquestas barrocas de reconocido prestigio internacional, cuartetos, tríos, instrumentistas y voces, para todo tipo de públicos. Todo ello suma más de 1.300 artistas sobre el escenario durante los tres días que dura el festival. Este año rinde homenaje a la naturaleza, desde los músicos del Renacimiento hasta nuestros días.

La mayor parte de los conciertos se llevarán a cabo en el Palacio Euskalduna, donde hay un mayor número de salas. Esto sucederá hoy y mañana, jornadas en las que se darán unas 50 actuaciones que tendrán una duración aproximada de 45 minutos. Como cabe esperar, los conciertos sinfónicos se realizarán en el auditorio, de manera que allí se podrán escuchar obras relacionadas con la naturaleza, como es el caso de la Pastoral de Beethoven, Las Estaciones de Haydn, Sinfonía Alpina de Richard Strauss, Noches en los jardines de España de Manuel de Falla y el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo.

La finalidad del festival no solo es fomentar la música clásica entre todo tipo de públicos, sino también dar una oportunidad a los intérpretes más jóvenes, de manera que puedan ponerse frente al público para ofrecer lo mejor de su arte. Por ello se ha puesto en marcha el escenario El Kiosko, donde se puede acceder por solo tres euros para verlos actuar.

También se han instalado dos escenarios en los que se juega con las sensaciones: el lucernario de Azkuna Zentroa (habrá contacto con plantas al ritmo de Murmullos del bosque de Wagner) y las instalaciones interactivas del Palacio Euskalduna, las cuales permiten a los visitantes dirigir una orquesta.