Es tan ecléctico y desprejuiciado que enfadará a más de uno. Mujeres ¡Rock! (Blume) se presenta como un tributo a las importantes aportaciones, en muchos casos minusvaloradas o despreciadas, realizadas por las artistas femeninas en el ámbito del rock. Y sí, ahí aparecen, con el fin de abrir boca y oídos, y que se acuda a su obra, personajes claves como Grace Slick, Janis Joplin, Tina Turner, PJ Harvey, Patti Smith, Debbie Harry, Suzie Quatro, Wanda Jackson, Siouxie y C. Hynde, entre otras. Y también, de ahí la controversia, figuras de otros géneros, como el soul y el R&B, además del pop, caso de Taylor Swift, Madonna, Beyoncé o Lady Gaga.

Mujeres ¡Rock!, libro de gran formato con sus 240 páginas y magníficas fotos a color, muchas de ellas a toda página, es obra de Philip Auslander, escritor y ensayista especialista en “la performance”, sobre todo en relación con el arte, la música, los medios y la tecnología. Su lanzamiento actual evidencia su propósito también desde su explicativo subtítulo: El arte y la vida de las protagonistas de la música actual, desde los sesenta hasta hoy.

Mujeres ¡Rock! es un libro que celebra y rinde homenaje a “las importantes aportaciones, a menudo fundamentales y en algunos casos legendarias, de las artistas femeninas al rock, al pop, al R&B y a los diversos géneros de la música actual”, explica su autor. Mujeres, pioneras o estrellas de hoy, que son ya figuras inspiradoras cuya música resiste la prueba del tiempo y “cuyos logros alientan y alentarán a generaciones de niñas y de jóvenes a perseguir sus sueños, ya sean artísticos o de cualquier índole”.

Resaltemos que, con buen criterio, Auslander analiza las dificultades que se han encontrado las mujeres para “desempeñar un papel crucial en la historia del rock” desde sus antecedentes a sus estilos derivados y llegar al presente. Chrissie Hynde, lideresa de The Pretenders, comentó en una ocasión que no le gustaba que la catalogaran como una “mujer en el rock”, sino que desearía ser vista como una intérprete de rock que es mujer, y cuya música es apreciada por sus cualidades inherentes y no por el género de quien la ejecuta.

Auslander respeta su opinión, pero aclara también que “la diferenciación por género es un hecho sociocultural que se da en el ámbito musical”, donde el 80% de sus actores siguen siendo hombres en la actualidad en Estados Unidos, 32% en el del pop. Esas cifras suponen “una grave falta de representación” femenina, a la que han contribuido los roles de género y musicales basados en prejuicios sociales como considerar la guitarra eléctrica “masculina” y que la mujer es más apta como vocalista que como instrumentista.

Fuera estereotipos

El volumen utiliza sus perfiles individuales y ordenados por orden alfabético para luchar contra los estereotipos, como el que declara que el soul debe su nacimiento y consolidación a Sam Cooke o Ray Charles, en lugar de a Aretha Franklin, la reina indiscutible del género, reseñada en el libro. O el que opaca a Sister Rosetta Tharpe, que tocaba la guitarra a lo Chuck Berry ¡10 años antes! que él y sin cuya aportación tal vez el rock nunca habría nacido. Quien se acuerda de ella la relega a un papel como madrina o antepasada del género.

El libro que arranca con Joan Báez, “la voz de la generación folk del Greenwich Village en los 60”, y finaliza con Amy Winehouse, a quien define como “artista eterna” y “tan retro como actual”, reivindica el papel de pioneras como Janis Joplin y Grace Slick, que estuvieron a la vanguardia de la subcultura hippie que definió la década de 1960; de Aretha Franklin, que puso voz al movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos; de Wanda Jackson con sus escarceos con el rockabilly; de Tina Turner o el movimiento riot grrrl, que “contribuyó tanto al feminismo como al punk” con la aportación de bandas como las Bikini Kill de Kathleen Hanna.

En el listado de perfiles hay espacio para artistas de pop, folk, soul, R&B, country, cantautores, dance, heavy metal –Doro– y música latina. Existe un marcado protagonismo de la escena de Laurel Canyon, de compositoras como Carole King y Joni Mitchell, así como de las escena punk, pospunk y nuevaolera: de Patti Smith a Siouxie, Hynde, Debbie Harry, la inclasificable Pj Harvey, la “anti estrella pop” Sinead O´Connor, las soleadas The Bangles o “el arte pop” de Kate Bush.

Son compositoras e intérpretes que se negaron a jugar “un rol ornamental” para ir más allá de la mera “cosificación sexual” aunque, en ocasiones, se aprovecharan de ella en beneficio propio. Así lo defendían Siouxie y Alanis Morissette, que han llevado a la práctica últimamente artistas como Billie Eilish, que suele amortiguar sus curvas con ropa ancha. Dado el exceso de información existente en Internet, Auslander busca “no ofrecer retratos exhaustivos” sino “más bien esbozar algunos aspectos destacables de estas mujeres, en tanto que intérpretes y seres humanos”.

Aunque “más de dos tercios” de las artistas referenciadas pertenecen al considerado ámbito del rock, donde se lava la mano es al introducir un buen número de artistas pop actuales y mainstream. Por ello, aparecen, incluso con más profusión de páginas y fotos de hasta dos páginas, Madonna, Shakira, “la reina de la música latina”, pasando por Taylor Swift, Lady Gaga, Beyoncé… El autor concluye asegurando que “espero que estos retratos despierten el apetito por conocer mucho más sobre ellas y, sobre todo, por escuchar su música”. Pues a elegir bien… y a ello.