Que creatividad no está reñida con la pandemia es algo que demuestran lugares como Espacio 600, una factoría cultural que abrió sus puertas el año pasado en la calle Pintor Zuloaga de Zorrotzaurre. "Buscábamos un nombre fácil para que la gente lo identificara y optamos por Espacio 600 teniendo en cuenta que la superficie de la planta superior es de 600 metros", explica Paul Sanjuan, que junto a su hija, Uxue, se encargan de este multifacético espacio. Un local alternativo cuyo idea surgió precisamente al inicio de la crisis sanitaria. "Uxue, que es bailarina, retornó de Copenhague y me dijo: aita, tenemos que hacer algo. Teníamos este antiguo pabellón, que era una antigua fábrica de colchones, y decidimos abrir una factoría cultural, al estilo de las que habíamos visto por el mundo", explica Paul Sanjuan, gerente de Espacio 600.

Un lugar que ha nacido para acoger diferentes disciplinas artísticas, pintura, cine, música, danza... "Vimos que había posibilidad de hacer, tanto en la primera planta como en la superior, diferentes modalidades culturales, pero unidas por un hilo conductor", añade Sanjuan.

En este corto pero intenso camino, ayer miércoles se puso en marcha un nuevo proyecto, Kultural Mente, impulsado junto con la periodista y escritora Itxaso Elorduy, con el apoyo de la Diputación de Bizkaia. Según explicó Elorduy, se celebrarán varios encuentros durante el año en el que se abordarán diferentes temas. Concretamente, ayer miércoles se analizó cómo ha evolucionado el universo creativo durante esta inquietante etapa. En el coloquio participaron el director del Bellas Artes de Bilbao, Miguel Zugaza, el pintor, Jesús Mari Lazkano, la comisaria del Guggenheim Bilbao, Lucia Agirre y la artista Miriam Ocáriz. Durante el evento, Jorge López de Guereñu pintó un mural en directo con la pintura sostenible Graphenstone, acompañado por la cantante, Afrika Bibang.

"Durante la pandemia nos hemos dado cuenta de lo importante que es la cultura y las personas que se dedican a ella. No ha disminuido la creatividad, al igual que surgieron importantes movimientos artísticos, después de las guerras que han asolado a la humanidad, y que ayudaron a mitigar la tristeza, tanto de los creadores, como del público que disfrutó de sus obras, como por ejemplo el expresionismo durante la I Guerra Mundial", añadió Elorduy, quien describió Espacio 600 como "un lugar mágico".

reinventarse

Para la diputada de Euskera y Cultura, Lorea Bilbao, "nos hemos reimventando; podíamos haber sido una población triste y deprimida, que se queda quieta. Y, sin embargo, ha habido capacidad para generar proyectos e ilusiones, para ofrecer nuevas ideas. Lo más fácil hubiera sido esperar a que pasara la pandemia y, sin embargo, la sociedad ha estado muy a la altura a la hora de afrontarla. Puede ser referente también para otras sociedades y otras culturas más allá del país".

Lorea Bilbao reconoce, no obstante, que "hay dificultades y el sector cultural ha dado mucho y de una manera absolutamente generosa. Las administraciones tenemos la obligación de acompañarles en el camino para salir de esta situación, pero también cada una de nosotras y nosotros tenemos que apoyarles, consumiendo cultura, comprando discos, libros u obras de arte, que tampoco es tan prohibitivo como nos han hecho creer. Hay un falso mito de que la cultura es cara".