La Carola, antiguamente pintada de gris y hoy en día de un rojo intenso, es una grúa de treinta toneladas de peso, con una altura de sesenta metros, capaz de levantar sesenta toneladas, que fue utilizada en la construcción de 150 barcos en los Astilleros Euskalduna. Fue diseñada por Arturo Llorente para Talleres Erandio y construida entre 1954 y 1957, tras lo cual permaneció en activo hasta 1984.

Pero Carola es mucho más que una grúa. En la actualidad es una de las obras más importantes de la colección de Itsasmuseum Bilbao y permanece frente a este como testigo silencioso de la transformación de Bilbao, ya que vivió los dos últimos grandes periodos históricos de la villa: la del esplendor de los astilleros bilbainos desde mediados de los años 50 del pasado siglo, y la de la modernización de la ciudad a partir de los 80. "Es un símbolo con el que queremos preservar nuestra memoria y nuestra tradición vinculada a la industria y a la mar", recordó Lorea Bilbao, presidenta del museo y diputada de Cultura, Euskera y Deporte.

La responsable foral hizo estas declaraciones en la presentación de Carolaren arima,Carolaren arima un proyecto innovador financiado por BBK y la Diputación de Bizkaia, que une arte, tecnología y patrimonio, y que como su nombre indica,sacará a la luz el alma de la grúa. En el acto de presentación, Lorea Bilbao estuvo acompañada por Nora Sarasola, directora de la Obra Social BBK; Jon Ruigómez, director de Itsasmuseum Bilbao, y Jon Astorquiza, comisario del proyecto.

El objetivo de esta iniciativa es dar vida a uno de los símbolos más queridos y representativos de la ciudad, para lo cual han sido instalados trece focos de alta tecnología, que la mantendrán iluminada cada noche. El sistema de iluminación elegido para la instalación, basado en tecnología y solución DMX, permite además realizar una instalación artística dinámica. Así, a partir del 22 de septiembre el público podrá disfrutar también de un espectáculo de luz, en el que participarán artistas locales y en el que se conectarán pasado, presente y futuro de la capital vizcaina.

Para el comisario Jon Astorquiza, Carola es más que una grúa, "es una escultura icónica en el paisaje de Bilbao". "La instalación ha sido muy compleja. Hemos utilizado focos de gran potencia fabricados en Canadá, en donde se usan para iluminación arquitectónica e industrial en condiciones climáticas parecidas a las de aquí. Será un espectáculo de luz, pero será solo blanca, para respetar el color rojo de Carola, que es muy especial".

Diferentes públicos

La grúa Carola, "dinamizando la zona y atrayendo a diferentes públicos a este muelle", señaló Nora Sarasola, directora de la Obra Social BBK. "En nuestra apuesta por la cultura, apoyamos esta iniciativa artística, que responde a nuestros objetivos: por un lado, acercar la cultura a todos los públicos, y por otro, poner en valor nuestro patrimonio"

El director de Itsasmuseum Bilbao, Jon Ruigómez, explicó que Carola conforma, junto a los diques de los astilleros de Euskalduna y la sala de bombas un conjunto patrimonial de primera magnitud. "Este proyecto culmina años de trabajo. Hemos intentado en muchas ocasiones iluminar la grúa -que de noche desaparece- y por fin lo hemos logrado".

"Al igual que sucede en la actualidad con Erain, nuestro polo de conocimiento de la carpintería de ribera que persigue recuperar un oficio que fue de una gran relevancia social y económica en toda la costa de Bizkaia durante el siglo XX, esta grúa sirve para preservar nuestra memoria y tradición", explicó la diputada.

"Los museos tienen que ofrecer experiencias vitales, traspasarnos un poco la piel. Y el Itsasmuseum está en la línea correcta. Llevamos varios años intentando, aparte de la parte expositiva y didáctica, ofrecer un testimonio lo más vivo posible de lo que han sido nuestras tradiciones, nuestra industria, nuestros astilleros, de la relación que los vascos y las vascas han tenido con la mar. Hay que poner en valor lo que hemos sido para poder valorar dónde estamos y lo que podemos llegar a ser", acabó Bilbao.

Bilbao industrial. Poco queda ya de aquel Bilbao industrial, de los astilleros... Tan solo se pueden encontrar algunas construcciones que remiten a aquella época. La grúa 'Carola' es una de ellas y está considerada un bien patrimonial protegido. Hay muchas versiones sobre su nombre pero la más extendida es que la bautizaron así por Carol Iglesias, una joven que cruzaba todos los días en bote desde Deusto para ir a trabajar a Hacienda. Se dice que llegaba a parar la producción del astillero cada vez que pasaba.