El grupo Patxuko Nice acaba de publicar su cuarto disco, Quim-en marrazkia (Baga Biga), con portada del artista Quim Moya. Los de Hondarribia firman un repertorio bilingüe de ocho canciones que navegan entre ritmos de pop, reggae, guitarras y funk. “La gente más alegre es la más revolucionaria”, dicen.

El grupo liderado desde 2012 por el compositor y cantante Sergio Ordoñez, alias Patxuko, rompe tres años de silencio con Quim-en marrazkia, un título que alude al cuadro que el artista Quim Moya les pintó en un concierto y que han ido mostrando parcialmente, hasta completar, en todas las portadas de sus discos. El actual se grabó en el estudio Aieka de Ereñotzu, con el apoyo de Pello Gorrotxategi.

El quinteto de Hondarribia presenta un repertorio bilingüe -alterna euskera y castellano- de ocho canciones que navegan entre ritmos de pop, reggae, guitarras y herencias negroides, principalmente soul y funk. Su faceta más pop y melódica destaca en cortes como Esnatu da; la guitarrera en “la directa y rápida” Escarcha; la más funky en Aukera bakarra; la reggae en el “pesado y con atmósfera que provoca intriga e inquietud” en La huella, y la baladística en Manifestu emozionala.

Patxuko Nice, cuya formación se completa con Eneko Fernández (batería), Ibai Larralde y Jon Mari Beasain (guitarras) y Alejandro Terrones (bajo), habla en sus temas de solidaridad con los desfavorecidos, relaciones de pareja, impotencia ante los deseos incumplidos de libertad y huida, la necesidad de los abrazos y la alegría... Sus letras las abren a aportaciones de Oier Guillan, Juan Carlos Ordóñez, Amagoia Gómez y Oskar Benas.

Patxuko, que pasó “unos meses en Asia” y ha colaborado con la Red de Acogida de Irún con la canción Biok garen mundua, incluida en el disco en una versión actualizada, le canta también a la impotencia que siente el ser humano actual ante “la imposibilidad de la libertad y la huida”, tanto en Occidente como en el continente africano, “ante ese Mediterráneo insalvable”.