BILBAO. La directora Arantza Ibarra ha presentado el documental "Mi pequeño gran samurai", que reivindica la lucha de Ekai, el adolescente de Ondarroa que se suicidó en 2018, durante su lucha por conseguir que le administrasen el tratamiento hormonal para detener su desarrollo físico como chica.
El documental refleja el drama que vivieron sus padres, Ana y Elaxar, y las familias que tienen hijos en su misma situación.
"Con que ayude a un sólo chaval a no hacer este disparate, nos daremos por bien pagados", ha manifestado su padre, Elaxar Lersundi, en referencia al desgaste emocional que les ha supuesto la realización del documental al año de su muerte, en el que, junto a su mujer, Ana Martínez, relata el proceso que vivió su hijo.
Precisamente, el que no vuelva a haber ni un suicidio más de un joven en la misma situación que Ekai es uno de los objetivos de este cortometraje, según ha confesado su directora, Arantza Ibarra, amiga de los padres del joven.
Otro de los fines del trabajo cinematográfico, realizado con pequeñas aportaciones económicas de los amigos y vecinos de Ondarroa, es dar a conocer la situación que atraviesan los adolescentes afectados y sus familias.
El documental se estrenará en Bilbao el próximo 24 de febrero, durante la gala de inauguración de la 17 edición del Festival Internacional del Cine y Artes Escénicas Gaylesbotrans de Bilbao, Zinegoak.
En el mismo, los padres denuncian con entereza y sin rencor ni resentimiento la nula empatía hacia la situación de su hijo por parte de los profesionales de Psicología y Psiquiatría que le atendieron en el hospital de Cruces, aunque no les culpan del suicidio de su hijo.
Expresan su duda sobre si el desenlace hubiese sido otro si le hubieran administrado el tratamiento hormonal en el hospital:"Qué habría pasado si se hubiese visto a sus 16 años con su barba y su bigote", ha añadido.
En el trabajo, uno de sus amigos recuerda lo feliz que se sentía Ekai, que decidió ponerse el nombre de su abuelo paterno, cada vez que podía vestir un traje de hombre, algo sencillo y normal para el resto de los jóvenes.
Los padres revelan en el cortometraje que en Cruces se les propuso trasladar a Ekai a Barcelona para que le administrasen allí el tratamiento hormonal y su madre, Ana Martínez, ha explicado que peleó porque se lo diesen en Bizkaia "porque si no me lo dan aquí, las cosas van a seguir igual, no van a cambiar".
"Yo quiero intentar conseguirlo aquí para que los que vengan detrás lo tengan más fácil también y no tengamos que estar recurriendo fuera de aquí, cuando tenemos una Unidad de Identidad de Género en Cruces", ha rememorado su madre ante los medios.
Ana Martínez ha reconocido que, tras el suicidio de su hijo, ocurrido en febrero de 2018, "han mejorado algo las cosas para estos adolescentes, aunque aún queda mucho trabajo y camino por recorrer", ha advertido.
Elaxar Lersundi ha dicho que "para evitar que ningún juez, dependiendo del día que tenga o de quien te toque, te de el cambio o no, es por lo que estamos luchando y vamos a seguir luchando por la promulgación de una Ley Trans para todo el Estado, para que en todos los lados sea igual".
"Para que nadie, por muy profesional psiquiatra o psicólogo que sea, ponga en duda que un chico o una chica trans lo es cuando así lo digan", ha concluido.