EL buen tiempo y el día festivo invitó ayer a miles de personas a pasar un día en la Azoka de Durango. Las idas y venidas fueron constantes en los diferentes recintos que se dispusieron para la ocasión. Y es que el máximo escaparate de la cultura vasca nunca defrauda ya que trae consigo las últimas novedades para hacerse con libros o discos de los grupos favoritos. Tal fue el revuelo que las largas colas fueron de nuevo protagonistas en el día de ayer, como las que se forman para conseguir la firma de Toti Martínez de Lezea.

A simple vista, la nueva imagen del recinto de Landako tampoco pasa desapercibida. 264 nuevos expositores en los que se muestran un total de 405 novedades. Entre ellos, se encuentra el de DEIA que Jesica e Igone cuidan con mucho mimo desde hace años. Admiten que este año están con más ganas que nunca estrenando un renovado tenderete, después de 30 años, con un rótulo de madera con el objetivo de que los visitantes y compradores identifiquen mejor el lugar. “Siempre es un placer estar aquí y ofrecer las últimas novedades que nos llegan. Vienen muchas familias y jóvenes interesándose, sobre todo, por el nuevo libro Euskaltzaindia, euskararen 100 urteko laguna y el ejemplar que recopila las ocho veces que el Athletic fue campeón”, comentan. Este primero, es una obra en formato de cómic en el que se difunden los principales hitos de la centenaria historia de la institución lingüística para acercarlos de manera atractiva a los más jóvenes.

Otros productos literarios también despiertan la curiosidad de los visitantes como la historia de los barrios de Bilbao ya que “preguntan mucho por ellos y llaman la atención”. Los puentes de la ría de Bilbao o Guipuzkoa en estado de excepción se mezclan con cuentos titulados Olentzero y Amila, lamiaren itzulera. “Tenemos muchos libros sobre la historia de barrios de Bilbao y otras zonas de Bizkaia que les llaman mucho la atención porque quieren conocer cosas curiosas del lugar en el que residen o, simplemente, porque creen que les puede gustar”, destacan ambas mientras atienden al personal que ojea detenidamente cada uno de los productos que se exhiben en el mostrador.

Desde que la Azoka abriese el jueves sus puertas, una multitud de curiosos se han acercado hasta el estand. Algunos solo miran, pero otros se llevan un regalo para recordar y del que poder disfrutar siempre que quieran.

Hasta mañana El gran espacio de Landako se despedirá mañana de esta 54. edición en el que cada año se anuncian las últimas novedades de la cultura vasca y que reúne a miles de personas que provienen de diferentes puntos del País Vasco. “El ambiente es muy bueno y, aunque a la tarde siempre hay menos gente, podríamos decir que esta edición está siendo muy buena”, destacan Jesica e Igone. La próxima edición esperan repetir experiencia porque “la Azoka es el mejor escaparate de la cultura vas ca”.