Leioa - Ese punto de encuentro entre arte y ciudadanía, entre creadores y público, entre experiencias sensoriales y visuales que es la exposición itinerante Bosteko empieza su vigésimo segundo camino, de la mano de Gentz del Valle, Mertxe Periz y Sonia Rueda y, también, de Ibon Garagarza, el comisario de esta muestra. Leioa y la sala de exposiciones de Kultur son la primera parada del viaje, donde reposarán, hasta el próximo día 29, los trabajos de estas tres artistas bajo el paraguas de Más allá del dibujo. Figura y Paisaje. Ese es el título que aglutina las obras que llegarán después a Basauri, Amorebieta-Etxano, Arrigorriaga y Getxo.

“Bosteko es un escenario de oportunidades; un lugar para acercar el arte a la ciudadanía, para dirigirnos al público en general, para que la sociedad valore la importancia de la cultura, y conozca el talento vasco. También es un lugar para difundir la obra de los artistas plásticos vascos”, aseguró ayer la diputada de Cultura, Euskera y Deporte, Lorea Bilbao, quien, asimismo, enfatizó que la cultura es “una seña de identidad” de este país. Así, sobre este escenario de Bosteko 2019, con cinco localizaciones, se posarán tres proyectos con firma de mujer en los que el dibujo adquiere el peso principal y que abarcan también otros medios como la fotografía, la escultura o la pintura. Las tres artistas desarrollan un concepto ampliado del dibujo que, incluso, supera la obra en dos dimensiones, para crear espacios en los que hacen partícipes al espectador de sus diferentes modos de comprender el mundo. En todas ellas la figura humana será la protagonista.

Esta silueta, el cuerpo, y la relación con su entorno y paisaje, han sido para las tres creadoras temas importantes en su carrera y son también el hilo conductor de la propuesta de Bosteko 2019, junto al concepto ampliado del dibujo. “Es una exposición llena de sugerencias”, evocó su comisario. “La exposición figurativa del cuerpo humano hace que la gente cree narrativas, historias en torno a la obra, pero creo que en este caso, hay que dejar margen también a lo que dicen las propias artistas”, añadió. También Garagarza valoró que Getz del Valle, Mertxe Periz y Sonia Rueda hayan incluido piezas nuevas en unas creaciones que ya habían brotado de su interior años atrás.

Las obras De este modo, el diseño de Mertxe es un paso más en su relación con el dibujo. “He trabajado toda la vida con la figura y el paisaje, sobre todo de manera bidimensional, pero esta obra, que empecé hace dos años, se llena de volumen para ser en tres dimensiones”, explicó esta licenciada en Bellas Artes en 1985. Por eso, de las paredes de Kultur Leioa, que dan cobijo a la primera parada de Bosteko, sobresalen pequeñas figuras que gatean, cuelgan de la rama de un árbol o hacen equilibrios.

En el centro de la sala de exposiciones leioaztarra está la aportación de Getz del Valle y su reflexión sobre el ser humano y la madre tierra. “Hace mucho tiempo que mi trabajo gira en torno a asuntos relacionados, directa o indirectamente, con la naturaleza. La cuestión de la persona en contraposición a la naturaleza o el paisaje es ya un punto de vista que considero obsoleto, puesto que crea una división imaginaria donde no la hay”, señaló esta profesora de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU. En la muestra, por lo tanto, se ven cuadros con juegos de luces, en la noche, oníricos, con cuerpos de mujer...

Por último, Sonia presenta una serie de autorretratos, unos dibujos a carboncillo de sus manos y un collage de fotos de frontones. “He recogido imágenes de estos lugares de Euskal Herria durante 25 años. Creo que son como los camposantos o los mercados de un lugar, son sus señas de identidad”, consideró ayer, para contribuir a abrir el telón del escenario de la nueva temporada de Bosteko.