Bilbao - Ha sido Fitipaldi con Fito, tocado con Tahúres Zurdos, Mendibil, Ordorika o Bilillo, y lidera proyectos como Teddy Baxter, Botxo Boogies y Los Jalapeños de la Frontera. El multiinstrumentista y cantante Edu Basterra (Bilbao, 1959) reincide bajo su nombre con el disco Baster del universo (Sarbide Music), un cóctel de folk, blues, rock, aires latinos y jazz que presentará hoy en Bilbao, en la sala Mytho. “Soy un pesimista con un optimismo a prueba de bomba”, dice en esta entrevista.

“Yo busco sonidos...”. Así arranca el disco, a ritmo de J. J. Cale.

-Siempre busco nuevos sonidos y sin embargo, me siguen gustando los de los 60 y 70s. Lo sé, es contradictorio; cuántico más bien.

¿Cómo elige editar como Edu Basterra o como Botxo Boogies o Jalapeños de la Frontera? ¿Tiene que ver con el estilo de las canciones?

-Cuando hago proyectos en solitario, tengo toda la libertad del mundo para producir mis canciones. Solo ahí puedo ver con claridad cuál es mi estilo. Soy más yo.

Estilísticamente, en este CD hay folk, blues, rock, swing, aires latinoamericanos y retros...

-A la hora de componer me resulta imposible ignorar estilos que me gustan. Me alimento de todos ellos. Canto en castellano, así que aprovecho para usar los que mejor le vayan a mis textos, o a mi forma de cantar. Me da igual que luego parezca rockero o latino. Siempre busco hacer una canción creíble.

Se declara hippie en un tema. ¿Tiene que ver con su concepción de la música? ¿Qué más da que sea una ruina?

-Bueno, lo hago solo en la primera canción. En la segunda, soy capitán. Mi concepción de la música es que más tarde o más temprano, acabe gustando. Si es una ruina o no es irrelevante, de cara a lo puramente artístico.

¿Vivir de ella es “un sueño loco”? ¿No se pierde la esperanza, como sugiere ‘Siberia musical’?

-Sí que es loco, pero no lo sabes hasta que ya es irreversible. Así que no te queda más remedio que seguir trabajando y poder ofrecer algo de calidad con el paso del tiempo. Soy un pesimista con un optimismo a prueba de bomba.

Vuelve a editar mediante con aportaciones de fans y colegas ¿verdad?

-Así es, y por el momento, es la única fórmula de financiación en la que no te manchas. A todos ellos, mi más sincero agradecimiento; y lo saben.

Titula una de las canciones ‘La música no es gratis’.

-Es importante que lo sepa todo el mundo. Los que nos dedicamos a crear no sólo invertimos un tiempo considerable en buscar una idea principal para desarrollar un proyecto, sino que luego hay que darle forma y necesitas presupuesto. Añádele lo que cuesta la vida y pagar las facturas. De gratis, nada de nada.

Habla también de tener una voz propia. ¿Cuál sería la suya?

-Todo artista anhela tenerla. La mía es difícil de definir porque puedo saltar de un estilo a otro, pero siempre me resultó divertido. Con respecto a los textos, me gusta usar el sentido del humor y la ironía. Me muevo más cómodo en ese rango.

Por cierto, ¿‘El puto amo’ va dedicado a alguien concreto?

-A nadie, simplemente quería dibujar a alguien que parece estar iluminado por los dioses a cada paso que da.

Comparte producción con Saúl Santolaria. ¿Resulta más fácil entenderse con alguien que compone, canta, toca y produce?

-Siempre es más fácil con un productor que canta, compone, hace arreglos y le gusta la misma música que a ti, como es el caso de Saúl. No quiere decir que no surjan tensiones, pero trabajo a gusto con él.

Toca múltiples instrumentos en el disco, pero el listado de colaboradores es enorme. ¿Cuestión de sentirse entre amigos?

-Es importante que a quienes eliges entiendan cómo quieres las cosas. La mayoría de las veces te gusta cómo interpretan la idea que tú les has querido transmitir, aunque no sea igual que la que tenías en mente. Los elijo porque son grandes instrumentistas, lo que enriquece mi música y hace más fácil la producción en el estudio.

¿Cómo serán los directos, con qué músicos se presentará?

-Con Aritza Castro a la batería, Carlos Velasco a la guitarra, Diego Lasheras a los teclados y yo al bajo.

¿Y qué sonará, además del último disco?

-Canciones de los de Teddy Baxter, Los Jalapeños de la Frontera y de mi anterior Crónicas locales. Y siempre ofrezco alguna nueva, aunque no esté grabada.