bilbao - Dos figuras humanas permanecen suspendidas a 4,5 metros del techo por sogas que salen de su boca. A pesar de su proximidad, la ausencia de comunicación entre ellas transmite “soledad y extrañeza al espectador” que se acerque al hall del renovado edificio antiguo del Bellas Artes que se “reivindica” como espacio para la escultura.

Hanging Figures (Figuras colgadas), fueron realizadas por el artista madrileño Juan Muñoz en 1997, cuatro años antes de fallecer súbitamente con 48 años, y ahora visitan el museo bilbaino en el marco del programa La obra invitada, patrocinado por la Fundación Banco Santander. Permanecen en postura artificiosa con movimientos lentos y continuos. “Es muy emocionante ver cómo la obra de Juan (Muñoz) está viva y que es tan significativa incluso para artistas jóvenes. Y comprobar cómo estas esculturas hablan con la historia, con esa mirada respetuosa pero, a la vez, juguetona, tomando temas que los hace suyos en este espacio tan teatral como es esta escalera del Bellas Artes. Parece que lo hubiera elegido él mismo”. La artista donostiarra Cristina Iglesias compartió con el escultor vida y lecturas, ambiente, amigos, “reflexiones sobre el espacio, la teatralidad, la representación o no representación, sobre la ausencia y presencia” con su marido Juan Muñoz, considerado como un renovador de la escultura contemporánea. Aunque cada uno de ellos siempre mantuvieron su propias voces: “Fueron unos años fantásticos, muy enriquecedores”, confesó la escultora vasca, que acudió acompañada de su hija, Lucía, que ha colaborado también en la instalación.

El director del Bellas Artes, Miguel Zugaza, explicó que no ha sido casual la elección del hall del edificio antiguo como lugar para ubicar estas figuras. “De esta manera, se establece un diálogo con piezas clásicas y al mismo tiempo permite diferentes lecturas ascendiendo o descendiendo las escaleras”, señaló Zugaza. Muñoz se inspiró en el célebre cuadro de Edgar Degas, Miss La La en el circo de Fernando, lo que demuestra, según Zugaza, que “entraba en los museos de arte antiguo al asalto, con un apetito voraz, cuestionando las obras de arte del pasado, como decía Baudelaire, no por su valor de pasado sino por su valor de presente”.

También subrayó la relación de Muñoz con la historia, “bebió de ella y peleó con ella” por lo que consideró “muy pertinente” el lugar elegido para colocarla. “Era un maestro de apoderarse de los lugares y en este caso, se ha apoderado de esta escalera”. La pieza responde al interés fundamental de Muñoz por la representación inconcreta y trascendente de la figura humana, que, en este caso, se materializa en una figuración doble en donde el tamaño, ligeramente inferior al real, contribuye a distanciar el objeto artístico de quien lo contempla. El acabado monocromo en color gris acentúa esas sensaciones e incide en el carácter anónimo de los personajes.

proyectos Junto a Juan Muñoz, Cristina Iglesias forma parte de la generación de artistas que en la segunda mitad de los años ochenta protagonizó el reconocimiento internacional y, en concreto, de la escultura. La artista vasca tiene obra en todo el mundo. Sus celosías pueden descansar sumergidas bajo el mar de Cortés o creando sombras en el patio de la Fundación Norman Foster en Londres. En la actualidad, está inmersa en un gran número de proyectos. El más cercano es el de la isla Santa Clara en Donostia, su ciudad natal. “Es intensísimo, pero creo que va a ser uno de los proyectos más importantes de mi vida. Además, vamos a colaborar con el aquarium, que me interesa mucho por varios temas de preocupación conservación de los mares y de la naturaleza. Y todo eso se va a conjugar en una obra que va a estar dentro del faro, que va a seguir funcionando. Vamos a ser tremendamente respetuosos con la idea de lo salvaje que tiene la isla. Es una oportunidad única para un artista”. En la actualidad, protagoniza también una antológica de 22 obras con las que invita a deambular por el edificio creado por Renzo Piano. “La idea era que cada pieza crease un espacio y se propone un viaje entre todas las piezas. Creo que se ha conseguido”, explica.