bilbao - En Otello lo que prima es el drama. El valeroso general veneciano y gobernador de Chipre, cree que su mujer, Desdémona, lo engaña con Cassio, por lo que se desliza y cae al abismo de los celos. Es Yago quien maquina una estrategia para levantar las falsas sospechas, las que terminan convirtiendo al moro de Venecia en un asesino y suicida.
Desde el comienzo de su carrera, Giuseppe Verdi buscó concebir una obra en la que la música y la teatralidad se compenetraran a la perfección. Tras un largo periodo de silencio -dieciséis años después de Aida-, el compositor logró dar ese significativo salto estilístico con Otello (1887), su penúltima ópera.
A Verdi siempre le fascinó la obra de Shakespeare, pero lo que realmente lo convenció al final fue la inclusión de Arrigo Boito como libretista, con quien ya había trabajado en Simón Bocanegra. En el ocaso de su carrera, Verdi se acercó, como nunca antes, al estilo de su rival contemporáneo: el alemán Richard Wagner (1813-1883).
Otello se estrenó en Milán el 5 de febrero de 1987 y fue un rotundo éxito, tanto que el público entusiasmado obligó a que se levantara el telón hasta en veinte ocasiones. Desde entonces, los tres papeles principales de la ópera (Desdémona, Yago y Otello) están entre los roles más exigentes de Verdi. La dificultad de encontrar a un tenor dramático que esté a la altura, un Otello vocal y dramáticamente imponente, es un problema que impide representar esta ópera con más frecuencia.
La Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera (ABAO) ha apostado por esta obra cumbre del arte trágico del genio italiano para cerrar su 63 temporada. Otello, una explosión de tensión musical y teatral, se representará sobre el escenario del Euskalduna Jauregia los próximos días 16, 19, 22 y 25 con el patrocinio de la Fundación BBVA. “Vamos a contar con un elenco que viene o va del Metropolitan de Nueva York a la ABAO, una excelente dirección musical y una nueva producción, la tercera de esta temporada, firmada por Ignacio García”, explicaba Juan Carlos Matellanes, presidente de ABAO, que presentó ayer el nuevo título operístico junto con el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, y el elenco artístico de la obra. A juicio de Matellanes, Otello supone “un excelente broche” a la temporada, que “aunque más reducida en títulos, no lo ha sido en calidad artística, ya que ha alcanzado un alto nivel de reconocimiento de público y crítica”.
pasiones humanas Los responsables de la ABAO auguran un Otello difícil de olvidar a cargo del tenor italiano Marco Berti. En opinión del director artístico, Cesidio Niño, Berti encarará una vez más y con plenas garantías, una de las obras maestras de Verdi y también una de las más complejas. “Shakespeare tenía la capacidad de entrar en el alma humana, y Verdi nos muestra a un personaje duro. Decía Marío del Mónaco - considerado como el mejor y el más grande Otello- que para cantar este rol es necesario voz, voz y voz. Yo creo que es necesario no solo voz, sino también carácter, inteligencia y ser un gran intérprete para comunicar ese ciclón de sentimientos al público: celos, racismo...”.
“Es el diablo que pone todo en movimiento”. Así se refería Giuseppe Verdi a Yago, el mordaz alférez que maquina sutiles maniobras para hacer creer a Otello, el general veneciano y gobernador de Chipre, que su amada Desdémona lo engaña con otro hombre. Será Juan Jesús Rodríguez, considerado uno de los barítonos verdianos de referencia del panorama actual, quien volverá a interpretar a Yago, mientras que la soprano armencia Lianna Haroutounian será Desdémona.
El conocido barítono onubense situó a Yago en un “alejamiento del bien más que en el lado del mal. Es una persona muy castigada por sus relaciones, por lo que maneja muy bien las emociones, tanto las suyas como las de los demás. Además, el fantasma de la violencia de género está en la ópera de Verdi de fondo, por lo que tiene un argumento muy contemporáneo”.
Completan el cartel el tenor Jon Plazaola (Cassio), el tenor Vicenç Esteve (Rodrigo), el bajo Iosu Yeregui (Lodovico), la mezzosoprano María José Suárez (Emilia), el bajo Federico Sacchi (Montano) y David Aguayo (un Heraldo).
voces al límite La parte musical está a cargo de Riccardo Frizza, que se pone al frente de la Orquesta Sinfónica de Bilbao para sacar el máximo partido a esta partitura que marca el punto más alto de la evolución del genio de Busetto, iniciada 20 años atrás con Don Carlo. Frizza resaltó la dificultad de la partitura “porque técnicamente es difícil. Las voces son llevadas al límite empezando por el barítono, por Yago. También la parte de Desdémona a pesar de su dulzura es muy delicada”. El Coro de Ópera de Bilbao estará dirigido por Boris Dujin, acompañado por el coro infantil Kantika Korala de Leioa.
La nueva producción de la ABAO ha sido concebida por Ignacio García, con una escenografía sobria y elegante, ideada por Gabriele Moreschi, que cuenta con un soberbio vestuario de Lorenzo Caprile. “Verdi es un artista que socializa el dolor; en Otello, realiza además una descripción del alma humana”, aseguró el director de escena, para quien esta obra representa también una reflexión sobre la corrupción moral y la corrupción humana en todos los sentidos. Otello, ópera número 23 de las representadas en el proyecto Tutto Verdi, comenzado por la ABAO en 2006 , se representó en Bilbao por primera vez en 1955 y fue en 2004 cuando la vio por última ocasión.