bilbao - Miembros destacados del rock euskaldun participarán en el homenaje que el grupo Parabellum tributará a su compañero Juan Carlos Lera, guitarrista de la veterana banda de punk, fallecido el año pasado, que tendrá lugar el 23 de mayo, en el Kafe Antzokia de Bilbao. “Lera era un seguro de vida, único en arreglos, armonías y precisión”, explica Lino Prieto, bajista del grupo. Las entradas ya están a la venta al precio de 12 euros, 15 en taquilla.

La vela se apaga es una de las canciones más exitosas de Parabellum, junto a Kontra el rinkón, La locura o Envenenado. Y responde a la realidad. La vela de Lera se consumió a mediados de septiembre del año pasado a consecuencia de un infarto. “Era diabético y sufrió un infarto hace unos 10 años, tocando en fiestas de El Pilar. Le dejamos en el hospital de Tudela, al regresar, porque estaba fatal. Desde entonces, estuvo renqueante y tenía un desfibrilador automático porque se caía redondo cuando le daban los bajones de azúcar. Al final, le dio un bajón, le saltó el desfibrilador y no hizo mucho caso porque era un cabezón. Al ir al hospital, se quedó allí”, recuerda Lino.

El funeral de Lera, que se desarrolló entre lágrimas, el sonido de la txalaparta y un pasillo con múltiples guitarras levantadas al aire, pasó a la historia de Barakaldo. Y Parabellum busca que el tributo que el trío superviviente ofrecerá a su compañero fallecido, en el Kafe Antzokia en mayo, sea también un éxito. “Su aita murió un mes después y su ama está fastidiada. Lo que saquemos será íntegro para la familia”, explica Lino. El recital se grabará, aunque se desconoce si se editará en DVD, se colgará en Internet o se emitirá por ETB.

“Aunque igual más adelante hacemos algo solo con grupos de Barakaldo, el tributo de mayo parte de Parabellum. De hecho, podría ser nuestro último concierto porque no tenemos ganas de revivir la historia sin él”, explica Lino, que recuerda que el grupo tocaba poco últimamente debido a los problemas de salud de Lera. El trío, que completan Josu Korkostegi (batería y voz) y Pedro de la Osa (guitarra), actuará en solitario y después contará con el apoyo de guitarristas vascos de “bandas con las que hemos tocado en un montón de lugares”, reforzados con músicos estatales.

Aunque Lino mantiene en secreto los nombres, no deberían diferir mucho de los participantes en el disco tributo a Parabellum editado hace años, en el que participaron EH Sukarra, Su ta Gar, Urtz, Marea, Barricada, Gatillazo o Kaotiko. “Fito no podrá venir porque tiene concierto, aunque es buen amigo”, aclara el bajista.

de niño Lino y Lera se conocían “desde críos”. Se encontraron con 12 años, en una excursión al alto de Peñas Blancas fabril con el club de tiempo libre de la iglesia de Santa Teresa. “Él era un año mayor y llevaba una guitarra, que yo quería tocar como él. Desde entonces, tocamos juntos hasta el final”, se emociona Lino.

Compartieron grupo en Atila mientras Josu estaba en Java. Tenían unos 18 tacos, corría la mitad de los 80 y como la mili dejó en cuadro a los grupos musicales, decidieron juntarse para ofrecer una actuación en Ibarrakaldu, en Santa Teresa. “Allí surgió Parabellum, con Juanan a la otra guitarra. Nos dispersamos y ellos se quedaron con el nombre. Grabaron un disco y regresamos para el segundo. Lera y yo estuvimos en el primer bolo del grupo, pero no en el primer disco”, explica el bajista, que recuerda la pasión del amigo por Barricada.

Lino guarda “un sentimiento agridulce” ante la respuesta lograda por Parabellum, denostados “de Madrid para abajo” pero estrellas en Euskal Herria. “Creo que tocamos en todos y cada uno de los pueblos vascos”, se jacta Lino, que recuerda con humor la fiebre lograda en Top Gaztea. “En la época de La nieve y La locura les llamamos para que nos quitaran del número 1. Las niñas nos chillaban como locas y nosotros alucinábamos porque éramos solo unos punkis de Barakaldo”, explica.

Parabellum vivió la censura fuera de Euskal Herria. “Los 80 y 90 fueron duros y se nos asoció con ETA. El último disco salió con la discográfica Zero. Antes, editaron un single que repartieron entre los medios y gustó bastante. Pero al decir de quién era, se negaron a pincharlo en radios por nuestro nombre de arma. Revólver y Molotov sí; Parabellum, no. Increíble”, critica Lino, que reniega del “panorama musical desolador” actual, del “punk anquilosado que copia a La Polla y el mucho rap, poco decente”, pero que tiene buenas palabras para los también barakaldarras Herri Oihua y Revolta Permanent.