LA más dulce esencia gastronómica de Portugal ha llegado hace apenas dos meses a Bilbao para ofrecer los dulces y salados más típicos del país vecino, acompañados del café de la tierra o de uno de sus conocidos y valorados vinos.

En El Arenal, frente a la iglesia de San Nicolás, pueden degustarse los pasteles de Belém, conocidos como pasteles de nata -aunque no lleven nata, como sucede con el pastel de arroz bilbaino-, unos dulces de hojaldre con más de dos siglos de historia. De allí llegan listos para hornear y servir, de forma que se caten calientes o templados, al gusto del consumidor, para apreciar al máximo su exquisito sabor. Pueden tomarse en el propio local y también los preparan para llevar , por unidad o en cajas de media docena.

En el capítulo de especialidades saladas disponen de empanadas portuguesas con formato de pastel, con varios rellenos, como bacalao, vegetales, de pollo, setas y puerro, pato, ternera, requesón y espinacas, cochinillo, cerdo ibérico... y los sabores portugueses por excelencia, como son alheira de caza y farinheira. No faltan tampoco los típicos buñuelos de bacalao, los risoles de gambas y las torradas de sabores variados (calabacín con nueces, fresa, frutos rojos, tomate, etc.)

Sabores todos ellos aderezados con música portuguesa y acompañados por un café de Portugal de gama alta (Bica), un café cremoso con sugerentes sabores, un chocolate caliente, uno de sus variados tés del mundo, el licor portugués Ginghina o un vino de Portugal, como el dulce Oporto... Todo con la calidad como premisa.