DONOSTIA. La Diputación Foral de Gipuzkoa ha comunicado a las editoriales que este año no contarán con la habitual ayuda para "acciones dedicadas a la difusión, comercialización y distribución" de libros en euskera. En 2012, la cuantía que la dirección foral de Euskera destinó a este concepto fue de 110.000 euros a repartir entre las editoriales del territorio, que pudieron recibir ayudas con un tope máximo de 15.000 euros cada una. Según confirmaron fuentes del sector editorial, este año la mencionada cantidad se utilizará para apoyar la actividad de los medios de comunicación en euskera y la alfabetización de adultos.
El ente foral corroboró este extremo pero este diario no pudo contactar ayer con ningún representante de la Diputación que explicara los detalles de esta decisión. La dirección de Euskera, dependiente del gabinete del diputado general, Martín Garitano, contará este año con un presupuesto cercano a los 5,5 millones de euros, una cifra muy similar a la de las cuentas del pasado ejercicio.
Diversos conceptos Según la convocatoria de 2012, las editoriales podían optar a ayudas para "compensar" los gastos originados por la difusión, comercialización y distribución de libros en euskera. Entre los gastos subvencionables figuraban la distribución de los libros en sus puntos de venta, la elaboración de materiales de difusión, boletines de novedades, páginas web y similares o la organización de actividades culturales de promoción y la asistencia a ferias, congresos o eventos.
En el pasado mes de diciembre, el director de Euskera se reunió con la Asociación Vasca de Editores, a cuyos representantes comunicó la desaparición de estas ayudas que en 2012 alcanzaron los 110.000 euros. Desde ahora, por tanto, la única subvención que recibirán las editoriales guipuzcoanas será la del Gobierno Vasco (que aún no ha presentado sus presupuestos), ya que la Diputación no destina ninguna otra partida al sector. De hecho, recuerdan desde la asociación, la de Gipuzkoa era la única de las tres diputaciones que hasta la fecha apoyaba económicamente estas actividades, pues ni en Bizkaia ni en Araba ha existido esta práctica.