El PNV acudió este jueves al Parlamento Vasco con la intención de serenar la discusión pública que ha estallado con sus aliados socialistas por el blindaje del euskera en las ofertas públicas de empleo. La situación ha llegado a un punto muy delicado. En teoría, según fuentes jeltzales consultadas por Grupo Noticias, rebajar la tensión era un objetivo compartido con el PSE. Ambas ejecutivas (no se refieren a Aitor Esteban y Eneko Andueza, sino a otros niveles) habían mantenido contactos el día anterior y habían quedado en realizar unas declaraciones inocuas que pusieran el foco en la gestión para redirigir la atención mediática hacia los proyectos que tienen en cartera. Ese mismo miércoles, el lehendakari Pradales había llamado a blindar la estabilidad e impedir que las discrepancias afecten al Consejo de Gobierno pero, quizás por primera vez, se visualizó el riesgo de que la polémica atravesara esos muros tras un mensaje del vicelehendakari socialista, Mikel Torres, que recriminaba unas declaraciones a su compañero jeltzale, Bingen Zupiria. En este contexto, PNV y PSE iban a realizar unas declaraciones inofensivas en la entrada del Parlamento. Lo hizo el portavoz jeltzale y burukide, Joseba Díez Antxustegi, con un llamamiento a “alejarse del ruido” y cumplir el programa. Pero Andueza no fue en línea con los objetivos acordados y mantuvo vivo el desencuentro.
Andueza entró incluso en el terreno de lo personal cuando dejó caer que no se entiende con el presidente del EBB, Aitor Esteban, y que tenía mayor confianza con Andoni Ortuzar. Sorprendió en el PNV, porque su exportavoz en el Congreso no tiene precisamente fama de ser una persona de trato difícil, y ha sido capaz de tejer confianzas con distintos gobiernos españoles del PSOE y del PP. A última hora de la tarde, la cadena Ser trató de que Andueza confirmara la existencia de esas conversaciones con el PNV para rebajar la tensión en el Parlamento, y él no lo desmintió, pero despejó el balón con el argumento de que no suele ser “muy partidario” de desvelar conversaciones “privadas”.
En el Parlamento, Andueza había reiterado su “preocupación” por las iniciativas que han registrado por un lado el PNV y por otro lado EH Bildu, porque cree que persiguen elevar la exigencia de euskera para acceder a la administración pública, y eso “atiende a un nacionalismo excluyente”. Es más, desmintió a Aitor Esteban y dijo que “no ha habido ningún disenso pactado”, sino que el PSE avisó desde el primer momento de que no iba a participar en esta proposición de ley y ha sido el PNV quien “ha roto” el consenso y “se ha salido” del decreto de normalización del euskera aprobado hace año y medio. Repitió, como dijo Torres, que en el PSE las decisiones se toman “de manera colegiada” y que sus declaraciones como secretario general las comparten todos en el partido. Los socialistas ya decían en privado en mayo, durante el choque sobre el decreto de universidades, que les molesta que el PNV pueda presentar las declaraciones de Andueza como meros arrebatos que no secunda nadie más, o que se pretenda restar visibilidad pública a la posición del PSE para aclarar a la sociedad vasca que hay cosas que se tramitan muy a su pesar. Pero el PNV no le cuestiona que clarifique en público su posición, sino que vaya más allá y añada siempre una mención sobre la viabilidad de la coalición o que la vea en riesgo, como hizo este fin de semana y otra vez el martes.
"Yo puedo hablar por mí"
Este jueves, Andueza dijo que la estabilidad está garantizada desde hace 10 años, “cuando el PSE decidió implicarse en todos los gobiernos”, y añadió: “Si no nos salimos de lo acordado, esa estabilidad estará garantizada y el PSE no tendrá ninguna intención de descabalgarse de ese acuerdo de gobierno ni de los gobiernos”. Además, añadió que “es muy importante que las relaciones estén bien engrasadas, que tengamos buena interlocución y buen diálogo”, y ahí vino su dardo: “Logramos hacerlo muy bien Andoni Ortuzar y yo mismo, y mi deseo hubiera sido o es que esa sintonía personal y esa relación e interlocución de confianza que existía también fuera una realidad a día de hoy”. Dijo que esa es su intención, dejando en el aire que Esteban también se esté esforzando, y dijo hasta tres veces “yo puedo hablar por mí”. A última hora del día, mantuvo este mensaje en la Ser y, aunque matizó que la confianza será cuestión de diálogo pero también de “tiempo” porque Esteban acaba de llegar al EBB, del mismo modo añadió que tiene una “excelente” relación con el lehendakari (pero Pradales lleva también poco tiempo en el cargo). Andueza añadió que hace semanas que no habla con Esteban.