La 'resurrección' de Led Zeppelin

BilbaO

LOS sueños húmedos de los fans de Led Zeppelin se tornaron realidad en diciembre de 2007, cuando los tres supervivientes de la banda, precursora del heavy junto a Deep Purple y Black Sabbath, se juntaron para ofrecer una actuación única en Londres. La reunión más ansiada por los aficionados clásicos del rock puede revivirse ahora en casa gracias a la edición de Celebration day (Universal), un doble CD y DVD que recoge íntegra, en imágenes y sonido, aquella velada irrepetible. "La energía y la química de antes estaban allí", según el grupo.

Veintisiete años después de su reunión fallida de los 80, el trío superviviente zeppeliano, que llegó a vender 300 millones de discos, protagonizó el que algunos consideran "el concierto más importante de la última década" el día 10 de diciembre de 2007 en el O2 Arena de Londres, reforzado para la ocasión con Jason Bonham, el hijo de su batería original, fallecido a consecuencia de sus excesos. El resultado, ahora disponible de manera oficial tras su disfrute durante años en el formato de disco pirata, demuestra que el "zeppelin" vuela alto y que si la banda no sigue en la carretera, al igual que algunos de sus coetáneos e ingresando cantidades económicas ingentes, es por voluntad propia y una filosofía marcada por la honradez.

Y es que Celebration day confirma que "la pasión" del cuarteto sigue viva, como recuerda su guitarrista, el mítico Jimmy Page, que rememora los duros ensayos realizados "durante varios meses" para comprobar si el trío superviviente se acoplaba con el hijo del dinamitero John Bonham. Incluso en los ensayos, la reunión resultó "robusta, excitante y apasionante", apostilla. Jason pasó con nota el examen y parece llevar en los genes la desbordante contundencia y pegada de su aita, a quien calca el "solo" en el mítico Rock and roll que cierra el trabajo.

"Tan pronto como nos reunimos en el primer ensayo para explorar la posibilidad de poder volver a tocar juntos y tratar de que fuera tan poderoso y excitante como antaño, la respuesta fue obvia. La energía y la química estaban allí", explica Jones. "La velada fue como la primera noche de una gira. Queríamos que todo fuera simple y real, que el poder de la música hablara por sí mismo", apostilla el bajista y teclista John Paul Jones sobre la velada, que ahora se puede adquirir en diferentes formatos, incluido uno lujoso con la velada completa, en sonido e imágenes, y otro DVD extra con un documental sobre la grabación de los ensayos.

Una celebración de algunos de los mejores pasajes de la historia del rock. Eso es Celebration day, que ofrece el concierto íntegro de 2007, un total de 16 canciones míticas del cuarteto, especialmente las de época gloriosa aunque se echa a faltar una representación de su último disco, In throught the out door. Liderados por la guitarra -de doble mástil en ocasiones- de Page y la garganta todavía arenosa -propulsada desde la mesa de sonido con efectos y ecos- del viejo león Robert Plant, los Zeppelin hacen un recorrido por sus clásicos.

repertorio mítico Del legendario Black dog, con la audiencia devolviendo los "a ha, a ha", al blues perezoso de Good times bad times, pasando por el interminable Dazed and confused, donde Plant todavía conmueve en su plegaria blues y Page juguetea y experimenta con el sonido en un puente jugoso y eterno. También hay espacio para el lirismo litúrgico y casi medieval de la eterna Stairway to heaven antes de cerrar con un triplete incuestionable formado por el exótico Kashmir y los fieros Whole lotta love -el duelo voz/guitarra psicodélica sigue resultando apasionante- y Rock and roll, trío que encumbró al grupo entre la realeza del rock partiendo de las enseñanzas del blues, como prueba su guiño a Robert Johnson en Trampled under foot, y, menos, del folk.

Los DVDs están rodados con precisión, ritmo y las últimas innovaciones tecnológicas.