madrid. El poeta granadino Antonio Carvajal fue galardonado ayer con el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Poesía por la obra Un girasol flotante. El premio lo concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que dedica una dotación de 20.000 euros para el ganador. Carvajal (Granada, 1943), compañero de generación de los Nueve Novísimos que se dieron a conocer en los años 70, es un poeta de méritos conocidos desde la publicación de su primer poemario, Tigres en el jardín.

Al poeta le pilló la noticia "entre sueños" en un autobús camino de Granada, su ciudad natal. Contento pero "con los pies en el suelo", aseguró que, en los tiempos que corren, a la poesía todavía le queda fuelle. "Es cierto que la poesía tiene dificultades de venta, y que necesita el amparo de instituciones, públicas o privadas, pero la verdad es que es un manantial que fluye continuamente y con mucha generosidad", indica el poeta en una entrevista con Europa Press. "Estoy con los pies en la tierra procurando no desvanecerme; ya me dijo mi gran amigo y maestro don Vicente Aleixandre que la vanidad siempre es pesada, pero montada sobre el vacío es insoportable; y yo procuro no envanecerme".

Este doctor en Filología Románica y miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada, quedó cautivado con la metáfora que le dedicó el filósofo Emilio Lledó, quien describió su poesía como un "inmenso girasol flotante".

canto a la amistad Ahondando en estas palabras que encerraban varias de sus constantes poéticas, este granadino construyó un libro (Un girasol flotante) lleno de versos en respuesta a esta metáfora regalada. "El libro es un canto a la amistad y un canto a los valores en los que creo como son la honestidad, la generosidad, la entrega o el amor, incluso el conyugal, en los tiempos que corren", bromea el autor, para quien "alimento del alma" son las palabras afectuosas.

Por ello ha dedicado todas las páginas de Un girasol flotante a sus amigos íntimos, entre los que figuran profesores, catedráticos, poetas, pintores, "y gente sin ningún relieve social, pero muy importante en mi vida afectiva", recalca.

El libro, en la primera parte, incluye estas cartas a los amigos al estilo de Garcilaso de la Vega, pero con hechos "más inmediatos y cotidianos". A continuación introduce unos sonetos muy variados, y por último, presenta una tercera parte en forma de cancionero.

En esta misma línea, y tras buscar en la red noticias relacionadas con su Girasol flotante ya publicado, Carvajal asegura que descubrió que el término tenía también un significado marino, concretamente a una vela para barcos. "Al saber esto, me di cuenta que la metáfora se ampliaba y se enriquece muchísimo y adquiere también esa noción de trayecto gozoso sobre el mar, y la verdad es que me gusta", reconoce el autor, que desde el año 91, dirige la colección Genil de Poesía, que edita la Diputación de Granada. "Esta colección sigue, ha cambiado el signo político, pero el criterio cultural no ha variado en la Diputación", alega este poeta, galardonado con el Premio de la Crítica de Poesía en castellano, Premio Villa de Madrid, Francisco de Quevedo de Poesía o el Premio Andalucía de la Crítica en Poesía.