"No tiene la menor importancia quién haya sido el ganador de la ratomaquia Gran Hermano (T-5). De hecho, la final fue el lunes, y el miércoles volvieron a meter a los mismos ratoncitos en la jaula para volver a empezar. O sea, la papilla del nunca acabar recalentada una y otra vez. El engrudo interminable. Aquí lo relevante, lo realmente novedoso, lo colosalmente importante, es que por primera vez en 12+1 ediciones, o sea, por primera vez en la historia de la ratomaquia, una madre se levantó de la grada de invitados, se fue directa al centro del plató, agarró a su hija por el brazo, la extirpó de las garras de la Milá y se la llevó de allí a toda velocidad. "