Cannes. El director estadounidense Terrence Malick se alzó ayer con la Palma de Oro de la 64 edición del Festival de Cannes por The tree of life (El árbol de la vida), una intensa experiencia visual que protagonizan Brad Pitt, Jessica Chastain y Sean Penn. La cinta era una de las películas más esperadas del certamen y aunque dividió a la crítica, finalmente se llevó el máximo galardón, que consagra a Malick (Texas, 1943) como uno de los grandes autores dentro del panorama internacional con apenas cinco películas.
Malick, que hace años que no concede entrevistas y tampoco suele participar en la promoción de sus películas -"es muy tímido y lo pasa muy mal en público", lo excusó Bil Pohland, productor de la cinta-, no acudió a recoger el galardón. En su lugar, subió al escenario el propio Pohland, quien quiso agradecer al jurado por valorar la trayectoria de un film que tarda tanto en prepararse. Y es que, en la anterior edición de Cannes ya se esperaba poder ver El árbol de la vida, pero Malick trabaja así: muy despacio, pero con una de las letras más bonitas del mundo.
El jurado que presidió Robert De Niro otorgó el segundo galardón en importancia, el Gran Premio, ex-aequo a Once upon a time in Anatolia (Érase una vez Anatolia), del turco Nuri Bilge Ceylan y a Le gamin au vélo (El niño con bicicleta), de los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne. En palabras de los encargados, ambas películas "lo merecían".
Esta es la segunda vez que el turco recoge este trofeo, tras 2003, cuando compitió con Uzak. Y cinco años más tarde se llevó la distinción al mejor director por Three monkeys. Ayer, en la última de sus estatuillas de Cannes, dijo no esperar "tanto reconocimiento".
Por su parte, los Dardenne son ya unos clásicos en el certamen francés, que les ha distinguido en varias categorías, además de concederles dos Palmas de Oro (por las películas Rosetta y L'Enfant). En su último trabajo, titulado Le gamin au vélo, uno de sus filmes menos oscuros, narran la historia de un niño abandonado por su padre, y acogido por una peluquera, a quien da vida la compatriota de los directores Cécile de France. Los Dardenne, al recibir el honor, explicaron que habían querido contar un cuento, y se mostraron felices solo "con estar aquí".
Estaso dos películas, además, recibieron varios reconocimientos más, convirtiéndose así en dos obras indispensables. La cinta de Bilge Ceylan también se alzó con el Gran Premio del Jurado, un galardón de la Crítica y otro al mejor director. Y, por su parte, los hermanos belgas ya disfrutaban de otras dos palmas de oro, un premio ecuménico y otro galardón al mejor guión.
El danés Nicolas Winding Refn comentó que había concebido como un cuento su película Drive (Conduce), que protagoniza Ryan Gosling. Un Refn que se mostró completamente feliz de poder ser reconocido como Mejor Director del Festival. Fue l contrapunto de Dinamarca a la nota negativa de Lars Von Trier: expulsado del Festival tras bromear con su filia nazi. No obstante, Melancholia (Melancolía), la cinta de Von Trier, tuvo su momento de gloria gracias a su protagonista, Kirsten Dunst: Mejor Actriz de 2011. Galardón que, en su vertiente masculina, recibió el galo Jean Dujardin, por su trabajo en The artist (El artista).
glamour y desaciertos La madrileña Penélope Cruz y la ya septuagenaria Jane Fonda han sido, en esta edición del Festival, dos de las actrices que más han llamado la atención en la alfombra roja. La primera lució, en la presentación de Piratas del Caribe 4, un bonito y sugerente vestido malva de la neoyorquina Marchesa -sin rastro de kilos post-parto-, mientras la intérprete estadounidense lució un ceñido vestido tan elegantemente como cuando publicaba libros sobre aeróbic.
Hubo de todo en la mítica alfombra, escaparate implacable para las féminas. Así, por ejemplo, se criticó que la laureada Kirsten Dunst no había sido tan exitosa al escoger un recargado modelo color crudo, del mismo modo que la cineasta Maiwenn Le Besco, cuyo modelo rojo no parecía estarse quieto. Entretanto, la miembro del jurado Uma Thurman lucía un largo y llamativo vestido azul intenso y la actriz Rosario Dawson acertó con un precioso modelo entallado, de original pero discreto diseño. Berenice Bejo hizo un guiño a su embarazo metiéndose en un vestido blanco con encajes, de corta falda.
Hubo quienes optaron por la sobriedad, como una Deneuve siempre bella (de día y de noche), quien eligió un vestido negro, igual que su colega y compatriota Chiara Mastroianni y su homóloga Leila Bekhti, quien prefirió un traje de chaqueta negro. El glamour tiene siempre sus disidencias...