Katmandú. Con poco más de 60 centímetros de altura, Khagendra Thapa Magar, un nepalí de 17 años, está decidido a conseguir el reconocimiento que cree que le corresponde: registrar su nombre en el Libro Guinness de los Récords como el hombre más pequeño del mundo.

Khagendra, que mide 62 centímetros y pesa unos cinco kilos, se reunirá el fin de semana en Italia con representantes del célebre libro, quienes verificarán su estatura como parte del procedimiento para grabar su nombre en las páginas de los record Guinness, según explicó su padre Roop Bahadur Thapa Magar. El viaje del pequeño Khagendra, el primero que realiza fuera del subcontinente surasiático, ha sido patrocinado por una cadena de televisión.

El joven fue descubierto hace cuatro años en Pokhara por un hombre de negocios, Min Bahadur Pun, quien ha creado una fundación a nombre del pequeño Khagendra. Desde entonces, el joven ha hecho apariciones en ferias y eventos en los que los organizadores pagan por contar con su presencia. "Solicitamos la entrada en el Guinness hace unos cuantos años pero nos dijeron que para ser oficialmente reconocido como el hombre más bajo del mundo tiene que alcanzar la edad de 18", dijo Pun, quien acompaña a Khagendra en su viaje a Europa.

Pun oyó hablar del joven Khagendra por primera vez en 2006 y se lo llevó a su casa durante seis meses, posteriormente creó la fundación con el objetivo de que se le otorgue el título de hombre más bajito del mundo, reconocimiento que en la actualidad recae sobre el chino He Ping Ping, que mide 73 centímetros. Nacido en una aldea remota, en el oeste nepalí, Thapa Magar cumplirá 18 años en octubre. "Pesaba 600 gramos y cabía en la palma de la mano cuando nació", rememoró su madre, Dhan Maya, quien tuvo al pequeño cuando apenas era una adolescente. "No hay antecedentes en la familia de alguien tan pequeño", dijo el padre de Thapa Magar, que tiene otro vástago de 13 años con peso y altura normales. Khagendra, que no empezó a caminar hasta los 8 años y dejó de crecer a los 11, puede expresarse, pero sólo los más allegados logran descifrar sus palabras.