Abrir un tarro con tapa de rosca parece, a simple vista, una tarea fácil. Sin embargo, es uno de los retos domésticos más frustrantes que se repiten a diario en cocinas. Ya sea un bote de conservas, una mermelada o un frasco de encurtidos, lo cierto es que muchas personas acaban recurriendo a golpes, agua caliente o pidiendo ayuda.
Pero ahora, gracias a un invento tan sencillo como ingenioso, ese problema tiene los días contados. Se trata de un abridor de tarros que se instala bajo los muebles de cocina y que está revolucionando la vida de miles de hogares.
¿Por qué cuesta tanto abrir algunos tarros?
Las tapas a rosca, aunque prácticas para conservar alimentos, se convierten con frecuencia en auténticos desafíos. El motivo principal es el sellado al vacío que se genera en muchos frascos durante el proceso de envasado. Esto provoca una succión interna que dificulta la apertura, especialmente si han estado refrigerados o almacenados durante mucho tiempo.
Además, hay otros factores: los frascos húmedos o con grasa, el desgaste de las manos, la falta de fuerza en personas mayores o con dolencias como la artritis, o simplemente el mal diseño de algunas tapas demasiado lisas. Muchos recurren a trucos caseros, desde usar cuchillos hasta golpear el tarro contra el fregadero, pero todos ellos pueden resultar poco efectivos o incluso peligrosos.
El invento que abre cualquier tarro en segundos
Frente a este problema doméstico habitual, el abridor de tarros LIBRNTY ha ganado gran popularidad. Se trata de un dispositivo diseñado para colocarse debajo de baldas, muebles altos o cajoneras de cocina. Una vez instalado, no ocupa espacio visible y está siempre disponible cuando se necesita, sin estorbar en la encimera ni perderse entre los utensilios del cajón.
Este abridor no requiere pilas ni conexión eléctrica y está disponible en Amazon por un precio de 14,89 euros. Está fabricado con acero inoxidable y cuenta con un sistema de agarre interno en forma de "V" que se adapta a distintos tamaños de tapas, desde los botes pequeños hasta frascos grandes. Basta con encajar la tapa entre los dientes del abridor, girar el tarro y, en cuestión de segundos, la tapa se abre sin necesidad de aplicar fuerza.
Una ayuda para toda la familia
Aunque en un principio fue pensado especialmente para personas mayores o con movilidad reducida, el abridor LIBRNTY se ha convertido en un gadget imprescindible en cualquier cocina. Es una herramienta muy útil para quienes padecen túnel carpiano, artritis, debilidad muscular o simplemente no quieren pelear más con los tarros rebeldes. Su funcionamiento mecánico lo hace más duradero y fiable que otros modelos automáticos, que suelen fallar con el tiempo o depender de baterías.
Además, su instalación es extremadamente sencilla: viene con adhesivo de alta resistencia y tornillos para fijarlo de forma permanente y segura bajo cualquier superficie de cocina. Una vez colocado, desaparece de la vista, pero se convierte en una solución siempre al alcance de la mano.
El diseño también ha sido cuidadosamente pensado: no hay elementos de plástico que se rompan con el uso, y su estructura metálica asegura una larga vida útil. Otra de sus ventajas es que evita el riesgo de derrames, ya que permite abrir incluso los tarros más complicados sin sacudidas ni movimientos bruscos.