EL es aquí, entre este Bilbao de los nombres propios, el hombre de los bigotes. Iba a decirles que es una suerte de Hercules Poirot pero habida cuenta la pasión que el protagonista gasta por las islas (en especial por Escocia, donde bien pudiera ser coronado como rey...) no voy a atribuirle la nacionalidad belga del investigador, por mucho que sus pesquisas en torno a los mejores whiskies del mundo y sus habilidades en el uso de la coctelería internacional sean dignas de uno de los grandes detectives del mundo.

Se acercan estos días los 20 años de vida del Residence, el local donde Manu Iturregi ha generado una atmósfera única, singular; esa tierra que rezuma el olor de las turbas y de las destilerías, ese espacio donde suena la música celta, gaélica. Casi entre brumas, en los días más inspirados. Esa melé donde los amigos se abrazan alrededor del torneo de las Seis Naciones, un espectáculo único en la villa si se disfruta en la pantalla del local. Tiene algo mágico, un don propio de los druidas. No en vano, la pantalla que lanza un guiño a la modernidad –uno de los pocos que hay en el local, habida cuenta que en ese espacio se venera la tradición por encima de todas las modernidades, si se me permite decirlo así...– solo se enchufa para retransmitir los encuentros entre caballeros. Hay, perdón, otra excepción: la proyección de algunas catas de whisky que acostumbra a organizar el propio Manu Iturregi, un bartender autodidacta que se enamoró de las barras en una gira por Galicia con el acordeón a cuestas. Se diría que fue una suerte de premonición, habida cuenta que una vez inaugurado el Residence el 1 de abril de 2003 la música fue un animal de compañía desde primera hora. No en vano, ya en 2004 (y aún sigue en pie...) se organizó la mesa de los miércoles, donde se suenan conciertos de acústica a partir de las 21.00 horas.

Seamos más precisos en la descripción. Su ambiente de pub, cercano y acogedor, con tres grifos de cerveza comandados por Guinness, así como una cuidada selección de cervezas internacionales (weissbier bavara, cerveza trapense Chimay y algunas ales artesanas, entre otras) permite disfrutar de música acústica en directo varios días por semana, con su buque insignia como les dije: las Pint & Shot Folk Sessions de los miércoles, que han sido filmadas por la BBC Scotland y la TG4 Ireland. Allí junto a los músicos locales que acuden semana a semana se han sentado músicos de paso por nuestra villa incluyendo nombres ilustres como Phil Cunningham, Aly Bain, The Dubliners, Cormac Breathnach, Ibon Koteron, Lau… También son clásicas las jams de Bluegrass y Blues de los primeros fines de semana de mes, asi como el cuarteto de tango El Cachivache. Todo a media luz, por supuesto. Esa es la atmósfera.

Su extensa carta de whiskys (Scotland, Ireland, USA, Canada, Japan) y sus actividades de catas y degustaciones organizadas en colaboración con diferentes destilerías le han valido entrar en la prestigiosa guía Whisky Bars of the World que edita Whisky Magazine, así como el título de Official Ardbeg Embassy concedido por esta destilería merecedora de numerosos galardones en los últimos años.

Dentro de la oferta de destilados, el Residence muestra su vena brittish con su colección de Gins (mayoritariamente escocesas), dentro de las cuales brilla con luz propia Hendrick’s, de la cual es local de imagen, y que ha convertido las citas anuales en auténticos acontecimientos sociales. La ginebra se trabaja no solo como parte imprescindible e indivisible del Gin & Tonic, rey indiscutible de los Long Drinks, si no que también los Collins, Cooler o Gimlet tienen su espacio, cocktelería clásica adaptada a los gustos actuales. Todo esto le ha valido la recomendación y distinción en guías y medios de comunicación tanto locales como internacionales, lo cual insufla de energía para continuar el trabajo día a día, seguir mejorando y lograr lo que su creador buscaba desde un principio: El pub donde a mi me gustaría beber. Como se le ha escuchado decir al propio Manu alguna vez, él se queda con la descripción de un viejo amigo: “Es como el Cheer’s pero sin empalague”.

El Residence es algo así como un cajón de sastre, repleto de sorpresas. El primer jueves de abril de 2018 celebró sus 15 años de vida, efeméride para la que Manu Iturregi encargó una barrica completa de whisky de 15 años (la misma edad que el pub), 250 litros, distribuidos en otras tantas botellas enumeradas, destilados en el norte de Escocia, en las islas Orcadas. Era un signo de distinción (una más entre las más de 200 referencias de whisky que se asoman a la barra...) que se repetirá en cuanto alcance las dos décadas de vida.

Es un templo insólito. Aquí se relajaron los invitados adultos de la boda hindú que asombró a Bilbao tiempo atrás, músicos procedentes del BBK Live (¡ay de aquella noche en la que se juntaron músicos de Chemical Brothers, Noisettes y Kaiser Chiefs!) y aún recuerdan al guitarrista de Leonard Cohen, atrapado en Bilbao por la nube volcánica que encapotó Europa, dando un par de recitales en el Residence. Las ya viejas paredes del Residence Café recuerdan que la celebración de la Rugby World Cup 2015 acogió el Tercer Tiempo Inaugural del campeonato, brindando la Basurde Amber Ale de Laugar con dos padrinos de honor, Rocco Caira & Derek Doyle, sendos cónsules de Irlanda y Reino Unido en Bilbao, respectivamente. El rugby, allí, es pura pasión.