La Fundación Mutua Madrileña y la Guardia Civil realizaron un estudio que constaba de dos fases. Por un lado, realizaron entrevistas con grupos de padres y madres, con adolescentes y con jóvenes, y por otro lado llevaron a cabo una encuesta con 1.000 padres y madres con hijos de entre 8 y 17 años y 2.000 adolescentes y jóvenes de entre 16 y 22 años.

Una de las cosas que destaca en el informe del estudio y que les llamó la atención es que cuando hablaron de las situaciones de riesgo con adolescentes y jóvenes, en general estos no hacían mención a la difusión sin consentimiento de imágenes y vídeos de carácter íntimo, de hecho en el transcurso de las entrevistas se revelaron como situaciones cotidianas.

El informe muestra que en general hay un contraste entre el imaginario colectivo y la realidad. Los adultos advierten a los menores de la amenaza que suponen las personas desconocidas y adultas en internet, pero las agresiones más habituales y de mayor impacto experimentadas por los menores tienen que ver más con personas conocidas, la pareja y la expareja.

El informe también destaca que muchas de las situaciones son reflejo o expresión de lo que ocurre en el mundo físico.

En la comparativa de discursos de los diferentes perfiles entrevistados resaltan cuatro aspectos: el primero de ellos es el contraste entre el discurso más informado y exhaustivo de los hijos/ as, especialmente ellas, y el discurso más pobre y menos informado de los progenitores, que revela que no están tan al tanto de todo lo que sucede; el segundo tiene que ver con el hecho de que, en las reuniones de chicos, en línea con lo que sucede en las de chicas, la mayor parte de los casos relatados afectan a mujeres; el tercero tiene que ver con la baja conciencia de esta constatación por parte de los chicos, que no siempre parecen reparar en ello; y el cuarto se refiere al concepto de violencia sexual, que es más amplio en el caso de las chicas, abarcando diferentes grados y modalidades ya que algunos chicos tienen un concepto más restringido a la hora de calificar una conducta como violencia sexual.

Control parental

Siete de cada diez padres y madres dicen haber utilizado alguna herramienta de control parental, mientras que cuatro de cada diez adolescentes y jóvenes recuerdan que sus padres o madres usaban alguna aplicación de control parental, y entre quienes las usaban, el 57,9% de quienes ahora son adolescentes o jóvenes reconoce haberse saltado la herramienta alguna vez.

Muchos jóvenes reconocen haberse saltado alguna vez la herramienta de control parental

Hay variaciones entre las experiencias de violencia sexual que los adultos creen que los menores sufren, frente a las experiencias que los menores dicen sufrir: “He recibido fotos sexuales sin haberlas solicitado” –el 14,4% de los adultos cree que los menores lo sufren, frente al 43,2% de los menores que dicen sufrirlo–; “He recibido mensajes insistentes buscando quedar o tener una relación” –el 15,5% frente al 41,8%–.

Otros ejemplos son: “He recibido comentarios sexuales sin haberlos solicitado” –el 15,4% frente al 40,2%–; “He accedido de forma involuntaria a contenidos o mensajes sexuales” –el 24,1% frente al 39,6%–; “He recibido burlas insultos, mensajes hirientes o amenazas por contenido que he colgado en la red” –el 19,4% frente al 39,3%–; “Una persona adulta se ha puesto en contacto conmigo con fines sexuales” –el 12% frente al 33%–; “He sido presionado/a para enviar información, fotos o vídeos sexuales”, –el 10,5% frente al 24,2%–; “He sido espiado/a o controlado/a por mi pareja, expareja u otra persona a través de internet” –el 11,6% frente al 23,3%–; “Una persona ha creado una cuenta haciéndose pasar por mí”–el 15,7% frente al 19%–; “Alguien me ha amenazado o chantajeado con difundir mensajes, fotos, vídeos íntimos o sexuales míos” –el 10,5% frente al 17,8%–; “Alguien a reenviado mensajes, fotos o vídeos íntimos o sexuales míos sin mi consentimiento” –el 11% frente al 15,1%–; “Alguien ha creado imágenes con inteligencia artificial para mostrarme desnudo/a” –el 9,8% frente al 12,9%–.

El 50% de las experiencias de violencia sexual se dan en instagram y las sufren las chicas

Hablar los problemas

El 90,8% de padres y madres encuestados dicen que si sus hijos tuvieran algún problema en redes sociales o internet tendrían la confianza suficiente para contárselo. Sin embargo solamente un 34% de los menores contaron lo que ocurría a sus familias cuando sufrieron el tipo de violencia que más se suele comentar, como recibir insultos, amenazas o comentarios hirientes. El tipo de violencia sufrida que menos se comenta es recibir fotos sexuales sin haberlas solicitado, solo lo hace el 16% de las víctimas.

La mayoría de las experiencias de violencia sexual las sufrieron las chicas y principalmente a través de Instagram, donde se dan casi el 50%, seguida de lejos por WhatsApp con casi un 12% de las situaciones y TikTok, con un 3,9%.