Investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) han convertido una bacteria en fluorescente y en agente de contraste doble en la resonancia magnética para el diagnóstico clínico.

En un estudio liderado por el grupo de Magnetismo y Materiales Magnéticos de la UPV/EHU, los investigadores han conseguido modificar las características de una bacteria conocida por sus propiedades magnéticas y hacer de ella un "prometedor" agente de diagnóstico clínico.

Al añadir elementos metálicos (terbio o gadolinio) al medio de cultivo de la bacteria, esta los integra y se convierte en fluorescente o agente de contraste dual, muy útil para resonancia magnética, según ha informado este viernes la Universidad vasca.

"Las funcionalidades intrínsecas de estas bacterias hacen que sean muy interesantes para el ámbito clínico, ya que tienen todas las características que se necesitan para ser utilizadas como nanorrobots", ha afirmado Lucía Gandarias Albaina, primera autora del estudio.

"Además de poder guiarlas mediante campos magnéticos a la zona a tratar, numerosos trabajos han demostrado el potencial que las bacterias magnetotácticas tienen para ser utilizadas en diferentes prácticas, como la hipertermia magnética (una terapia contra el cáncer), como portadores de fármacos y como agentes de contraste para imágenes por resonancia magnética”, ha precisado.

Este estudio se ha desarrollado en colaboración con un grupo de investigación de la Universidad de Cantabria, que es especialista en tierras raras (elementos también llamados lantánidos), y con la participación de otros investigadores de centros como CIC biomaGUNE, Helmholtz-Zentrum Berlin (Alemania) y BIAM-CEA.