Si le preguntas a Google que significa la palabra banco en una de las acepciones del diccionario de Oxford nos dice “Edificio, local u oficina en que una institución bancaria atiende al público” lo que dejará de ser cierto en un plazo de tiempo muy breve. Por mucho que en este año hayamos escuchado que los bancos harán un esfuerzo para seguir manteniendo las ventanillas, el esfuerzo que han hecho consiste en dar las claves de banca electrónica a todos los que se han pasado por las oficinas, sin ningún consejo, curso o recomendación de seguridad. Da la impresión que la banca digital es como ir a recargar la tarjeta del metro. Una pantalla, insertar tarjeta y rellenar el monedero virtual y a viajar en metro o autobús. En primer lugar la banca on line no solo depende del cajero, ya que hay muchas operaciones que solo están disponibles a través de Internet. Es verdad que ahora se puede acceder a todo usando simplemente el teléfono móvil, pero no hay manual. No hay cursos, no hay nadie que explique especialmente a la gente más mayor los problemas de seguridad, como cambiar las claves o que como acceder a una operación verificando con un mensaje SMS lo que vamos a hacer. Les hemos dicho que no hagan caso de los mensajes falsos de los bancos y cada vez que vamos a realizar un Bizum, les pedimos una confirmación con un SMS, que contradicciones.

Pero no estoy aquí para desanimar con respecto a la banca on line, sino todo lo contrario. Si todavía no la tienes, tienes que ir en persona a una sucursal, antes de que desaparezcan, y solicitar las claves de acceso a la banca digital. Con un poco de suerte igual hasta te instalan en el móvil la aplicación y te dan unas pinceladas para empezar a utilizarla. Si lo tienes que instalar tu, mucho cuidado con las app falsas de bancos que aunque Google y Apple tratan de que no existan en alguna ocasión ya les han colado alguna. Otro problema está en saber identificar la aplicación. Muchos bancos tienen la aplicación de seguros, la de bolsa, la de créditos y todas con el mismo logo del banco que para muchas personas es muy difícil de diferenciar. También cuesta entender el acceso en dos pasos, especialmente cuando has definido que la forma de acceder sea mediante huella o reconocimiento facial. Cuando entramos con doble paso, nos llegará un mensaje con un código que tendremos que escribir. Hay tiempo, no tenemos que estar con un bolígrafo y un papel. Esperamos, escuchamos el sonido del mensaje y regresamos de nuevo a la aplicación a escribir el código. Esto que he escrito así que parece lo más sencillo del mundo, me lleva días hacerlo entender a las personas mayores que vienen a los cursos de smartphone que estamos realizando.

Desde la desaparición de las cajas de ahorro todos los bancos son similares, mismas comisiones, productos financieros y una atención personalizada que brilla por su ausencia. Lo bueno es que hay alternativas, las llamadas Apps Fintech, productos financieros que solo operan en Internet pero que tienen algunas ventajas y servicios mejorados. Por tanto, no te queda alternativa, si quieres aprovecharte de todo esto, tienes que aprender a moverte por Internet y manejar tu móvil como conduces el coche o caminas por las calles. De nada sirve lamentarse o hacerse la víctima, al final tendrás que utilizar la banca on line. Este verano vi a una persona mayor a la que venían a saludar sus nietos y delante de ellos les daba la paga de los domingos, pero no al contado, les hizo a cada uno una trasferencia con Bizum.

@juandelaherran