La etapa de La Vuelta en Bilbao finaliza con 3 detenidos y 5 identificados
Las protestas contra el Israel-Tech Premier acaban en altercados al invadir la calzada los manifestantes que protestaban contra la situación en Gaza
Tres detenidos, cinco identificados y con el hueco destinado al nombre del ganador sin ocupar. Así terminó la etapa de La Vuelta que atravesó ayer Bizkaia. Bilbao no tuvo vencedor porque cuando los escapados franqueaban el camino por los campos de entrenamiento del Athletic en Lezama, es decir, a poco menos de media hora del final programado; la organización decidió que no habría meta. Que restaba los tres últimos kilómetros al recorrido establecido, obviando el final de la Gran Vía.
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Se descendería Pike Bidea y fin. Ni llegar a Deusto. La razón: era imposible garantizar la seguridad de los corredores en la arteria principal de la villa, esa que atravesaron minutos antes de abordar la segunda subida a El Vivero. Porque iban a ser dos veces las que el pelotón cruzara por Gran Vía, pero finalmente fue tan solo una. Y en ella, en ese único paso, la tensión se pudo sentir en la piel. Porque la larga calle de Bilbao fue el escenario escogido para protestar por la presencia del equipo Israel-Premier Techen La Vuelta.
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Entendida esta como una forma de blanquear lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza. Fueron varias las plataformas y las asociaciones que hicieron el llamamiento y, por ello, se esperaba la presencia de una gran cantidad de personas. Pero toda expectativa fue superada. Miles de personas se apostaron en ambas aceras de la Gran Vía y, en cuanto el pelotón enfiló la calle, desgarraron sus gargantas. “Boicot Israel, Palestina Askatu”, fue la proclama que aturdió a la caravana de La Vuelta desde que apareció el primer corredor hasta que el último coche de la organización se perdió de vista hacia Moyua.
Sin embargo, el suceso determinante que llevó a retrasar la meta tres kilómetros fue la irrupción de un grupo de personas en la calzada mientras pasaba el pelotón. “Reventaron las vallas de protección”, explicó después de la etapa Bingen Zupiria, consejero de Seguridad del Gobierno vasco. Cierto es que la Ertzaintza y miembros de la organización consiguieron hacer un dique de contención que impidió que la gente se colara y paralizara la carrera. Pero fue suficiente para que La Vuelta decidiera no volver a atravesar la Gran Vía. Tampoco fue este el único incidente porque horas antes, durante la salida lanzada, a la altura de Enekuri, un grupo de personas consiguió detener el avance de los corredores. Con todo, la etapa pudo continuar instantes después sin problemas.
Interrumpida durante unos minutos la Vuelta tras una protesta en contra de Israel en Enekuri
También pudo acabar, aunque no según lo previsto. De hecho, aunque el final se trasladó, no así los problemas puesto que aquellos que esperaban al pelotón en la Gran Vía se desplazaron a Sagrado Corazón, por donde tenían que pasar los equipos para ir a sus autobuses, y realizaron una sentada de protesta. Respecto a todo lo sucedido habló Kiko García, director técnico de la prueba: “Esta situación va a seguir existiendo mientras la reglamentación no cambie porque nosotros no podemos tomar ninguna decisión respecto al Israel-Tech. Hemos puesto a la UCI en antecedentes y le hemos hablado claramente de la situación; pero no podemos hacer nada más porque nos debemos a un reglamento”.
De hecho, el organizador fue claro cuando se le preguntó cuál es la solución de todo lo que esta ocurriendo en esta edición de la ronda estatal: que sea el propio equipo israelí quien tome la decisión de abandonar o que la UCI quien la tome por ellos.
El equipo de Israel descarta retirarse de La Vuelta
Aunque, por el momento, eso no parece que vaya a ocurrir. “Todos sabemos que esa es la solución para que todo esto se calme y se vuelva a la normalidad. En algún momento alguien tendrá que valorar si lo que hay que proteger es a una carrera internacional o a un equipo”, concluyó.
Buen ambiente en Pike
Más comedidas fueron las protestas en Pike Bidea. El último muro que tuvo que atravesar el pelotón en la etapa de ayer se llenó de ikurriñas y se convirtió en el hervidero de animación que tanto echaron en falta los ciclistas. Mikel Landa, que marchó escapado, fue uno de los más jaleados en una cumbre en la que el ciclismo pesó más que las protestas.