bilbao - Alejandro Valverde ha comenzado el 2014 pletórico. Sentir el talento del joven Nairo Quintana aporreando las puertas de su propio equipo quizás le haya hecho dar un paso adelante para que no queden dudas de quién es el que manda en las filas del equipo azulón. El murciano cuenta ya con seis victorias en lo que va de campaña, la última de ellas ayer mismo en la clásica Roma Maxima. Si la víspera se quedó con un sabor amargo por no acertar en la lectura de los últimos kilómetros de la Strade Bianchi que se llevó el polaco Kwiatkowski, ayer no quiso especular y aprovechó para desatar su talento tras el gran trabajo de sus compañeros de equipo. El premio fue poder levantar los brazos frente a la fachada del Coliseo.

La segunda edición de esta carrera italiana contaba con un trazado de 195 kilómetros. No se hizo esperar mucho la escapada del día en la que estaban Brandle, del IAM Cycling, Bonifazio, del Lampre, Teklehaimanot y Van Niekerk, del MTN Qhubeka, Gastauer, del AG2R, Reijnen, del United Healtcare, y Damuseau, del Giant-Shimano. Pero cuando solo faltaban 40 kilómetros para la línea de meta, en la última ascensión de la jornada, Campi di Annibale, Alejandro Valverde atacó escudado por su compañero Nairo Quintana. Su exigente ritmo hizo mella en la cabeza del pelotón y finalmente consiguió escaparse con un único acompañante: Domenico Pozzovivo. La pareja llegó de la mano a la recta final. El pelotón ya estaba casi encima, pisándoles los talones, pero el murciano es un corredor muy fuerte en los metros finales y consiguió alejar a Pozzovivo de su estela. El italiano fue engullido por el pelotón, pero Alejandro Valverde consiguió completar la victoria. Con el triunfo de ayer, que servía para inaugurar su palmarés en suelo italiano, Valverde engorda la relación de éxitos de la presente campaña: general y tres etapas de la Vuelta a Andalucía y la Vuelta a Murcia.