Biasteri. Hace unos meses, el 14 de enero, murió en Holanda, su tierra y la de las bicicletas, Peter Post, que fue ciclista profesional, soberbio en la pista, temido en los Seis Días de toda Europa, pero, sobre todo, ideólogo del Ti-Raleigh. El equipo británico nació en 1974 y sobrevivió hasta 1983. Aún hoy perdura como paradigma de la sincronización, de la fortaleza gremial que quedó plasmada en un registró abrumador: en esa década maravillosa ganó nueve cronos por equipos en el Tour de Francia. Era, cuentan, cuestión de engranaje, perfectos y milimetrados los relevos, la gestión de las curvas y el racionamiento del esfuerzo; y de algo más simple: un asunto de potencia.
El Ti-Raleigh contaba con los músculos de Jan Raas, Peter Post, Hennie Kuiper, Cees Priem, Johan van der Velde o Gerrie Knetemann. Tipos capaces de ponerse a 60 por hora y mantener la velocidad sacando chispas al plato gordo durante un minuto. O más. "Y eso", cuenta Egoi Martínez, "es algo que nosotros no podemos hacer. No es cuestión de saber o no saber correr este tipo de pruebas, sino de algo mucho más simple: individualmente, no tenemos la potencia de otros corredores. O, lo que es lo mismo, nosotros somos, más bien, un equipo de escaladores".
Euskaltel no tiene músculo, gemelos y muslos largos e inflados, para volar en la crono por equipos del próximo Tour. Será pronto. En la segunda etapa. 23 kilómetros rectos y planos. De dar zapatilla. De remar. La entrenaron ayer entre los viñedos de la Rioja Alavesa. Lo hicieron asumiendo la pérdida de tiempo como algo inevitable. Lo hicieron incidiendo en los detalles, tratando de suplir sus carencias en materia de potencia con algo de técnica. La unión hace la fuerza. "Es lo que nos puede salvar en una crono así", dijo Egoi, que estuvo dos años en el Discovery y supo lo que era correr a rebufo de siete purasangres, "que es lo que tienen otros equipos mucho más capacitados que nosotros".
Igor González de Galdeano, manager de Euskaltel, ya sabe lo que es ganar una crono por equipos del Tour. Lo hizo en 2002. Con la Once. "¿Cómo la preparábamos? No, no era ese el secreto, sino que en el equipo había seis o siete tíos capaces de ganar durante el año cualquier crono individual". Aquella Once eran Olano, Jalabert, el propio Galdeano y su hermano Álvaro, Santos González, Pradera... Este Euskaltel son Rubén Pérez, Alan Pérez, Amets Txurruka, Gorka Izagirre, Iván Velasco, Gorka Verdugo, Egoi... Ciclistas pequeños y delgados. Ágiles en lugar de potentes. "Tenemos otras cualidades", dice Galdeano, que cree que el lugar del equipo vasco en la crono está en torno al décimo puesto, alrededor del minuto o minuto y medio de pérdida, "que, de todas maneras, no será decisivo". Aunque hará que Samuel empiece el Tour a contrapié.