Ayer fue un día clave para los seguidores del Athletic: tras varios días de incertidumbre, trámites pendientes y un cierre de mercado pasado casi por los pelos, la FIFA dio finalmente luz verde a la inscripción de Aymeric Laporte como jugador rojiblanco. El acuerdo entre el Athletic y Al-Nassr se firmó el 1 de septiembre, pero la operación se complicó cuando el club saudí no presentó a tiempo la documentación en el sistema de transferencias internacionales (TMS). Aunque la RFEF intentó resolverlo, la FIFA rechazó inicialmente un recurso. Finalmente, al autorizarse el Certificado Internacional de Transferencia (CTI), Laporte firmó un contrato por tres años, hasta junio de 2028, y se confirmó oficialmente su vuelta a San Mamés.

Laporte ya es nuevo jugador del Athletic Athletic Club

Alegría rojiblanca

Entre la afición del Athletic, la reacción fue de pura euforia. Muchos destacan que con Laporte la plantilla gana un nivel competitivo que les permitirá "mirar de tú a tú a cualquier rival", al tiempo que mantiene un equipo con una base joven con futuro.

No faltaron mensajes cargados de emoción por ver al defensa de nuevo vestido de rojiblanco, con frases de bienvenida como “ongi etorri zure etxera” que reflejan el valor simbólico de recuperar a un jugador formado en Lezama. La percepción general es que se trata de un "salto de calidad para la defensa" y de un "movimiento que puede marcar la temporada".

Para algunos, incluso, el regreso es tan trascendente que lo consideran la antesala de “uno de los mejores Athletic de la historia”.

Críticas desde fuera

Mientras los seguidores bilbainos celebraban, las reacciones de otras aficiones, sobre todo del Barça, fueron mucho más críticas. En esos comentarios domina la idea de que la operación supone una “inscripción irregular”, cuestionando que la FIFA haya dado luz verde fuera de plazo.

Para estos aficionados, culés en su mayoría, si la situación se hubiera dado con el Barcelona, el desenlace habría sido distinto.

Las críticas acusan al sistema de “adulterar la competición” y de favorecer a unos clubes frente a otros, con reproches irónicos a los rojiblancos por “taparse un poco” ante lo que consideran un trato de favor.

Un verano inolvidable

El Athletic ha vivido un verano intenso que refuerza su apuesta por la continuidad, la experiencia y la juventud. El primero en confirmar este compromiso fue Nico Williams, quien renovó hasta 2035 y aumentó su cláusula de rescisión. Pese al interés del FC Barcelona, Nico decidió quedarse en Bilbao, afirmando que “cuando hay que tomar decisiones, lo que pesa más es el corazón”.

Sobre los fichajes, el club se aseguró a Jesús Areso, lateral de Osasuna que había mostrado un gran nivel como asistente desde la banda, y a Robert Navarro, joven extremo procedente del Mallorca, que se incorporó sin coste de traspaso. Pero sin duda la noticia que más se ha hecho esperar ha sido el regreso de Aymeric Laporte, que firma con el Athletic hasta 2028. Después de jornadas de gestiones bloqueadas por la FIFA, la documentación necesaria se regularizó, permitiendo su inscripción.

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Con estos movimientos, el club no solo cierra huecos defensivos, heridos por sanciones y lesiones, sino que también apuesta por una plantilla equilibrada para competir en todos los frentes.