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El callejón de las botxerías

En busca de resultados antes que de aplausos

El Centro formativo Otxarkoaga, Gorabide, Begoña Martínez, Médicos del Mundo y Nagusilan fueron los elegidos

La Fundación Antonio Menchaca celebra las bodas de plata de los premios SolidaridadOskar González

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Con un sonido casi imperceptible, la XXV edición de los Premios a la Solidaridad de la Fundación Antonio Menchaca de la Bodega que preside María Menchaca se desplegó en la emblemática Sala BBK de Bilbao como un ritual íntimo, casi litúrgico, donde la generosidad se transforma en palabra y la memoria en reconocimiento. Fue un acto tan sencillo como solemne, tan humano como poético, porque la solidaridad –dicen quienes la han visto nacer desde lo más profundo del corazón– tiene algo de espuma de mar y algo de salitre, una presencia que no se ve, pero se respira.

La Fundación Antonio Menchaca, instituida en 1974 por el escritor y filántropo Antonio Menchaca Careaga en memoria de su padre, el naviero Antonio Menchaca de la Bodega, celebra ahora medio siglo de vida. Durante estos años, ha entregado millones de euros para proyectos sociales, apoyando tanto iniciativas reconocidas como aquellos pequeños coletos de ayuda que raramente aparecen en los titulares.

El acto de los premios no es solo una entrega de galardones: es un homenaje a quienes, sin alharacas, sostienen de pie a quienes no tienen voz. Esa es la esencia de los Premios a la Solidaridad: premiar a quienes han dedicado su vida a los demás, a las instituciones persistentes, a los voluntarios que no buscan aplauso sino resultado, a la ciudadanía que saben que la caridad no es un lujo sino una obligación, Hay que entenderlo así.

Digamos que en sus bodas de plata los premios reconocieron a los voluntarios de Médicos del Mundo Euskadi, con su presidente Txomin Zabala a la cabeza; al centro de formación Otxarkoaga, cuyo director, Juan Antonio Arrieta recogió los parabienes; a las personas voluntarias de Gorabide con discapacidad intelectual, representada por Laura Cabezas y con Irene Sevilla y Federico Gil como dos personas voluntarias de la institución, elegidas para recoger una de las esculturas de Alex Morlotez y a la voluntaria de Nagusilan Begoña Martínez. Todo ello sucedió en una gala a cuyo gobierno acudió Almudena Cacho y decorada por el cuarteto Blue Velvet Gospel Singers, con Zihortza Basaguren, Estibaliz Arranz, Annet Solonar e Irene Aulestia, hija de Kepa Aulestia, dándole armonía a la tarde.

Cuentan los libros de autos que la Fundación Menchaca es una de las organizaciones con más larga trayectoria de apoyo económico a labores solidarias de Bizkaia y Euskadi, ya que todos los años subvenciona con alrededor de 156.000 euros a unos 30 proyectos de entidades solidarias, en total más de 550 proyectos sociales con ayudas que sobrepasan los 4 millones de euros.

Exposición Retrospectiva

Hasta allí llegaba el humo de la Sala BBK Kuna que acoge la exposición Retrospectiva: Una mirada a 12 hitos de la fotografía humanitaria, en colaboración con la propia Fundación Menchaca y la Asociación KCD. Doce imágenes emblemáticas del Premio Internacional Luis Valtueña de fotografía Humanitaria se extienden por las paredes como un álbum viviente, recordándonos que la solidaridad también se retrata.

A la cita no faltaron la consejera Nerea Melgosa; el gerente del Instituto Tutelar de Bizkaia, Oier Zuberogotia; el director de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao, Asier Alustiza; gente del patronato como Carlos Royuela, Miguel Oraá, Amaia Martínez Cearra, Regina Careaga, Diego Azqueta y Ramón Blanco; Celina Pereda, Joseba Madariaga, presidente de UNICEF en Bizkaia, Gorka Romero, Ricardo Franco, Conchi Basabe, hermana del cantautor Iñaki Basabe; Alazne Romero, Melania Val de Lira, Bernar Malaina, Pilar Mauri, María Molinuevo, de Etorkisuna Musiketan, Zaira Callejo, de Norai; María Jesús Olabarria, Cristina Gaztelu y otra gente que recuerda con gratitud a aquel hombre de mar, de viento y de horizonte que miraba hacia un futuro mejor.