La Salve se pone el pañuelo de Aste Nagusia
La etiquetas de las cervezas, obra del ilustrador bilbaino Tomás Ondarra, lucieron en el acto celebrado en la torre BAT
Si hace un par de días anunciamos en esta misma sección que a Bilbao se le está poniendo cuerpo de Aste Nagusia, ayer se produjo un hecho que lo constata: cervezas La Salve presentó su edición especial de botellines para la Semana Grande.
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El diseño de las etiquetas, inspirado en el pañuelo azul de fiestas, es obra del ilustrador bilbaino Tomás Ondarra.
“Somos la cerveza de Bilbao y estas son nuestras fiestas. Presentar una edición especial diseñada por Tomás Ondarra es nuestra manera de celebrar y compartir la alegría y el carácter único de la Semana Grande”, señaló Eduardo Saiz Lekue, socio refundador de la cervecera junto a Jon Ruiz Ibaibirriaga.
Y como hacer presentaciones se está poniendo por las nubes, no por el coste si no por los lugares elegidos últimamente para los eventos, el acto tuvo lugar en la terraza de B Accelerator Tower (BAT) sobre la Plaza Circular. Unas vistas sin par y cubos con cervezas frescas por todas partes. Parecía que Don Diego estaba a punto de apearse de la peana para asomarse dispuesto a dejar sobre una de las mesas la Carta Puebla y el yelmo para agarrar una cerveza y un descapsulador. A nadie le hubiera extrañado.
Tuvieron un papel destacado en la presentación la concejala de Igualdad y Fiestas del ayuntamiento de Bilbao, Itziar Urtasun; y el anfitrión, Eriz Sainz, director de la Torre BAT, a quien acompañó parte de su equipo, caso de Olatz Zarrabeitia, Julia Bilbao y Alex Sánchez.
Además, se encontraban en la terraza dos personas con una vinculación especial con el evento. Se trataba de Jacobo Pérez Yarza, descendiente de la familia que gestionó destacados negocios de alimentación y hostelería en Bilbao, entre ellos, y desde 1910, la cervecera La Salve. Y Marino Montero, botxero mayor de la Villa, que se cuenta entre quienes hicieron, allá por principios de la decada de los años 80, el pedido inaugural de pañuelos azules de Aste Nagusia, de los que aún conserva algún ejemplar que suele ponerse, con mucho cuidado, en el Arriaga el día del txupinazo.
Acudieron al acto Rafael Gardeazabal, presidente Bilbao Dendak; Luis Arbiol y Janire Torvisco, de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo; Iker Urkiri, gerente de Bilbao Historiko; o Amaia Deprit, de Bilbao Ekintza; además de tres generaciones de una familia firmemente vinculada al comercio, al empredimiento y a Bilbao, la formada por Mariapi Alza y Julio Alegría con su hija Alejandra y su nieta, Julia Gorostiza.
Estuvieron Tomás Sánchez, leyenda de la hostelería bilbaina; Juankar Bilbao, propietario emérito del Muga; Patxi Villegas, jefe de ventas de conservas Cusumano; Raúl Sánchez, del restaurante Cardumen; Angel Pedraza, de Mad Wine; o Ania López y Jagoba Santesteban, de la coctelería Geo de Balmaseda.
Se acercó, con su hija Alejandra Ezcurra, Beatriz Marcos, que está ya descontando del calendario los los días que restan para volver a vestir esa falda confeccionada con decenas de pañuelos de Aste Nagusia.
No faltaron el tenor bilbaino Martín Barcelona; la periodista de DEIA, Nekane Lauzirika; Arturo Trueba, editor de La Ría del Ocio; o el artista plástico Jujo Ortiz.
Brindaron con La Salve Begoña Rodríguez y su hija Ane de Regil, Javier Sarmiento, Diego Jugo, Jana de Urquijo, Nerea Lauzirika , Imanol Loizaga, Darío González, Oier Lobera, Iker Narváez, Gonzalo Larreategi, Izaskun Hurtado de Saracho, Iris Mikelez de Mendiluze, Pedro de Arberas o Bruno Foraster.
“Para mí, como bilbaíno y como diseñador gráfico, es un orgullo volver a colaborar con La Salve; esta es mi quinta etiqueta para la cervecera bilbaína, y espero que no sea la última”, apuntó un satisfecho Tomás Ondarra. Organizaron el evento Jon Marin y Borja Elorza.