Se nota. A Bilbao se le está poniendo cuerpo de Aste Nagusia. Poco a poco. Pero sin pausa. Cómo si no se podría explicar que Enrique Thate terminara calándole una txapela en la cabeza a un abad benedictino llegado de un monasterio bávaro.
Sucedió ayer a mediodía en el Ein Prosit, la tasca de los hermanos Thate en la plaza del Ensanche. Allí estaba Johannes Eckert con su hábito, sus gafas de abad, el cabello primorosamente cortado y una cruz en el pecho. Resulta que es el responsable de dos monasterios bávaros, uno en Munich y otro en la cercana Andechs. En uno dan de comer a 400 personas en situación de exclusión cada día. “Solo el 2% hablan alemán” reveló Eckert. Porque el abad se manejó en correcto castellano.
En los monasterios, además, atienden a peregrinos. Los 12 benedictinos y sus 250 empleados sacan adelante la labor benéfica gracias, en buena parte, a que el Señor les mostró el camino de la cerveza. Elaboran varios tipos de una bajo la etiqueta Andechs. Y que se trasiega divinamente. Buenísima. No solo lleva lúpulo y cebada. “Nuestra cerveza está hecha con corazón”, subrayó el abad.
Enrique y Alfredo Thate, acompañados por Erik Coene y Fernando Larrión, representantes de Cervebel, la importadora navarra de Andechs participaron en el acto. Coene bromeo señalando que “el primer trago no, pero de la mitad hacia abajo de cada caña es solidaridad”.
Bilbao Centro dio inicio a las fiestas de El Carmen premiando a Azkuna Zentroa, Marino Lejarreta y Unai Izquierdo
Estaban en Ein Prosit el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; la teniente de alcalde, Amaia Arregi, el concejal Kepa Odriozola; la mezzo-soprano Inés Olabarria, el radiofónico Fernando Valsega, Oskar Martínez, que servirá Andechs en su Tximist de Algorta, o Mariví del Bado.
El capitán Dani Ruiz Bazán, la fotógrafa Marieli Oviedo, el botxero mayor Marino Montero y Beatriz Marcos arribaron justo a tiempo. Porque venían de otro evento. Uno que Bilbao Centro celebraba en la calle Indautxu. Allí, a los sones del txistulari Mikel Bilbao, a quien acompañaba al atabal su hijo Lander, el bueno de Ritxar Fernández, de Gastro Basque, tenía al fuego una paella con arroz para 100 personas y otra con fideuá para 200 al lado de una barra de pan de dos metros de largo y 28 kilos de peso. Las raciones se adquirieron por un módico precio cuya recaudación será destinada a una entidad benéfica.
Fiestas en Indautxu
Bilbao Centro dio inició así a las fiestas del Carmen de Indautxu. Además premió a Azkuna Zentroa, al ciclista Marino Lejarreta y al multifacético Unai Izquierdo. Entregaron los galardones el presidente de asociación empresarial, Adolfo Llorente; su directora creativa, Olga Zulueta; y la concejala Itziar Urtasun. El concedido a Azkuna Zentroa con motivo de su XV aniversario lo recogió el concejal Gonzalo Olabarria.
Se acercaron a Indautxu la parlamentaria Lorea Bilbao y ediles como Nora Abete, Esther Martínez, Gabriel Rodrigo, Yolanda Díez, Itxaso Erroteta, Kontxi Claver, Juan Ibarretxe y Marta Ajuria.
Asistieron Leire Díez, directora foral de Turismo; Javier Garcinuño, director general de Bilbao Ekintza; Luis Arbiol, de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo; Begoña Castaño, de la Asociación de Comerciantes de San Francisco, Bilbao la Vieja y Zabala; Álvaro Parro, de Laboral Kutxa; Jon Bergara, del Banco Sabadell; Alberto Ruiz, de Cecobi; Silvia Díaz, de la Asociación de Hostelería de Bizkaia; el chef Ricardo Pérez; el histórico del baloncesto bilbaino, JJ Davalillo; el periodista Jon Mujika, Sara Coterón, Beatriz Sánchez, Vanesa Pérez, el rokero Jon Zuazola, José Mari Amantes o Miren Aparicio.
Recordó Jorge Aio, gerente de Bilbao Centro, que las fiestas de Indautxu recibieron el impulso del gran K-Toño Frade. Un K-Toño que estaría encantado con la idea de que alguien pusiera una txapela a un abad benedictino alemán en un bar de Bilbao. Y dibujaría la escena.