Lo nunca visto. Un txistulari, en esta ocasión el decano del gremio, Mikel Bilbao, tocando a la puerta de un local. Y el personal aposentado en la terraza le aplaudía en las pausas. Los numerosos visitantes de nuestra ciudad lo toman como una actuación musical. Y, de eso, nada. Cuando suena el txistu y el tamboril, o se baila la jota o se jalea con un hori-hori o se lanza un irrintzi. Pero ¿Aplausos?
Sucedía a eso de las 11:30 de la mañana de ayer en el Aitaren Boulevard. Y se debía a que, poco más tarde, quedaría inaugurada la placa conmemorativa de la constitución, “en este histórico local hostelero, y en vísperas de los Carnavales de 1999, de la icónica Orden Botxera de Farolín y Zarambolas”, como informó Marino Montero. En esa fecha llegaban menos turistas a Bilbao.
Habló el director de operaciones de Aitaren Bouevard, Jesús Abundio, bilbaino de Alicante como se confesó, para dar las gracias a la propiedad, es decir a Aitor Parte, por la confianza. Y contó cómo Boni García, presidente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, le llamó para decirle que le convendría hablar con Montero. El botxero mayor le narró las particularidaddes del devenir del establecimiento, de Farolín y Zarambolas, de Bilbao y probablemente alcanzó hasta las Guerras Banderizas. Recalcó Abundio que desean un Boulevard inserto de nuevo en la cultura y la historia de la ciudad. Terminó su alocución citando a Unamuno. Para quitarse la txapela.
Marino evocó la recuperación de los Carnavales en 1984. Y la invención de los personajes de Farolín y Zarambolas. Y el vital papel del viejo Boulevard en todo el proceso. Dio las gracias a Parte y Abundio por tomar el testigo.
Asistieron Farolines y Zarambolas como La Otxoa, la actriz Nati Ortiz de Zárate o el periodista de DEIA, Jon Mujika
Cuando salieron los soberbios tentempiés -uno a base de churro y bonito de quitar el hipo- y en un corrillo en torno a una de las mesas altas, José Mari Amantes, partícipe de la historia a través de Moskotarrak, reveló que la pseudocolumna que contiene las placas con todos los Farolines y Zarambolas que en los tiempos han sido se encuentra custodiada en la sede de Bilbao Historiko, a la espera de que se pueda depositar algún día en el Museo Vasco, “donde podrá verla quien quiera porque es un lugar público”. Añadió Amantes que en 1999 organizaron una fiesta para celebrar los 15 años de los carnavales, reuniendo a personajes designados en ese período, “que resultó tal éxito que nos impulsó a crear la Orden Botxera de Farolines y Zarambolas”.
Participó en el evento conmemorativo Juankar Bilbao -que fue propietario del bar Muga de María Muñoz durante 33 años, 4 meses y 10 días-; el artista José Antonio Nielfa, La Otxoa; la actriz Nati Ortiz de Zarate; Manu Iturregi, del Residence; el periodista Txema Soria; Joseba Rosales, del ayuntamiento de Bilbao; Olga Zulueta, de Bilbao Centro; Begoña Castaño, de la Asociación de Comerciantes de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala; Janire Torvisco y Luis Arbiol, de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo; o Iker Urkidi, gerente de Bilbao Historiko y, por tanto, custodio de la pseudocolumna de Farolines y Zarambolas.
Asistió Kepa Elejoste, entre otras cosas presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bizkaia; Juan Carlos Rastrollo, presidente del Centro Extremeño de Bilbao; Silvia Díaz, del Bar Muga; Ana Mielgo, de la Asociación de Hostelería de Bizkaia; el arquitecto Fernando Enales, de Verno, que diseñó la espectacular puesta a punto del interior del nuevo Boulevard; el economista Ignacio Arrondo, Beatriz Marcos con Alejandra Ezcurra, Galder Antón y Kepa Bermejo -de Hontzak Konpartsa-, Ignacio Martínez, Luisma Rodríguez, Lorea Uribarri, Keni Orúe, Laly Rubio, Manuel Gómez, Xabier Santaella, Miguel Angel González, Jokin Conde o Mikel Mesanza, además del cronista y columnista de DEIA, firma titular de esta sección y muy merecido Zarambolas, Jon Mujika.